2010/10/28

CLIK AQUI : MIDE TU NIVEL DE INTELIGENCIA

INTERESANTE TEST DE INTELIGENCIA "MENSA"

Informaciòn enviada por Henry Chero Valdivieso
Mensa es una asociación internacional de superdotados fundada en Inglaterra en 1946 por Roland Berrill y Lancelot Ware. El objetivo original, que sigue siendo el actual, era crear una asociación ajena a cualquier tipo de diferencias políticas, religiosas, ideológicas o nacionales. Mensa reúne a todo tipo de personas de cualquier procedencia y formación con el objetivo de crear un ambiente socialmente enriquecedor. Mensa acepta como prueba de ingreso un certificado expedido por un profesional del área correspondiente debidamente autorizado para ejercer su profesión y capacitado para administrar tests de cociente intelectual. Para pertenecer a Mensa es necesario estar en el percentil 98 o mayor en una prueba de cociente intelectual (por ejemplo, una puntuación de 150 de CI en la escala Cattell o 131 en la Wechsler).
Mensa tiene unos 100.000 socios en todo el mundo. El nombre de la organización procede de mensa (mesa en latín), en recuerdo a la "mesa redonda" del Rey Arturo, como símbolo de que es un club cuyos miembros son iguales en derechos y obligaciones.

Mensa tiene tres objetivos declarados: identificar y promover la inteligencia en beneficio de la humanidad; promover la investigación sobre la naturaleza, características y aplicaciones de la inteligencia; y crear un ambiente social que fomente la actividad intelectual de sus socios.
Este test está elaborado para medir tu coeficiente de inteligencia (IQ). El test es del tipo Culture Fair, quiere decir que intenta minimizar las diferencias culturales tales como idioma, matemáticas, etc. El test se basa en la lógica, pero está a la vez diseñado para evaluar aprendizaje, memoria, reflexión innovadora además de la capacidad de combinar varios planteamientos simultáneamente.
El test mide la inteligencia general - G. ¡El IQ se calcula partiendo de los resultados de más de 250.000 personas!

Para acceder al test de inteligencia y resolverlo en línea hacer clic en la dirección electrónica:

2010/10/08

Catholic.net - ¿Sexo a tope y pornografía o pureza?

Catholic.net - ¿Sexo a tope y pornografía o pureza?

¿Por qué en la escuela no enseñan más arte?


Actualmente se viven cambios muy dràsticos. ¿Cuáles son esos cambios tan drásticos? En casi todas las naciones del mundo se están erradicando las materias y las carreras relacionadas con las artes y las humanidades, tanto en los niveles primario y secundario como en el terciario y el universitario.

Concebidas como ornamentos inútiles por quienes deciden las políticas estatales en un momento en que las naciones deben eliminar todo lo que no tenga ninguna utilidad para ser competitivas en el mercado global, estas carreras y materias pierden terreno a gran velocidad, tanto en los programas curriculares como en la mente y el corazón de padres e hijos. Es más: aquello que podríamos describir como el aspecto humanístico de las ciencias, es decir, el aspecto relacionado con la imaginación, la creatividad y la rigurosidad en el pensamiento crítico, también está perdiendo terreno en la medida en que los países optan por fomentar la rentabilidad en el corto plazo mediante el cultivo de capacidades utilitarias y prácticas, aptas para generar renta.

La crisis nos mira de frente, pero aún no la hemos enfrentado. Continuamos como si todo siguiera igual que siempre, cuando en realidad resulta evidente en todas partes que ya no se pone el acento en lo mismo que antes. En ningún momento hemos discutido acerca de estos cambios, ni los hemos elegido a conciencia, pero aun así, cada vez limitan más nuestro futuro.

A continuación, presentaré cinco ejemplos tomados de distintos países y de diferentes niveles educativos:

- En el otoño boreal del año 2006, la Comisión sobre el Futuro de la Educación Superior, designada por el Departamento de Educación de los Estados Unidos y dirigida por Margaret Spellings, secretaria de Educación del gobierno de Bush, publicó un informe sobre el estado de la educación superior en dicho país, con el título de A test of leadership. Charting the future of us higher education (El liderazgo a prueba: un mapa del futuro de la educación superior en los Estados Unidos). Este informe presentaba una crítica significativa contra la desigualdad en el acceso a la educación superior. No obstante, en términos de contenidos, se centraba por completo en la educación para el beneficio económico nacional. El texto apuntaba a las deficiencias en materia de ingeniería, ciencias y tecnología, mas no a la investigación científica en esos campos, sino al aprendizaje del conocimiento aplicado, que sirve para generar velozmente estrategias destinadas a la obtención de renta. Las artes, las humanidades y el pensamiento crítico casi brillaban por su ausencia. Al omitirlos, el informe daba a entender que no habría problema alguno si esas capacidades quedaran en el olvido para dar lugar a otras disciplinas de mayor utilidad.

- En marzo de 2004, se reunieron especialistas de diversos países para debatir sobre la filosofía educativa de Rabindranath Tagore, premio Nobel de Literatura de 1913 y pionero de las nuevas ideas en materia de educación. La experiencia educativa realizada por Tagore, de gran influencia en Europa, Japón y los Estados Unidos, se centraba en la atribución de poder social a sus alumnos mediante la práctica del método socrático, la exposición a diferentes culturas y, sobre todo, la inclusión de la música, las bellas artes, el teatro y la danza en todas las secciones del programa curricular. Hoy en día, las ideas de Tagore son desestimadas e incluso desdeñadas en la India. Todos los participantes del encuentro coincidieron en que actualmente predomina una nueva concepción, que gira en torno de la rentabilidad y que ha dejado de lado la idea del desarrollo personal basado en la imaginación y en el pensamiento crítico, con la que Tagore había formado a los futuros ciudadanos de la democracia exitosa que había logrado su país. ¿Es posible que la democracia de la India sobreviva a los embates actuales contra su espíritu? Frente a tantas demostraciones recientes de necedad burocrática y pensamiento colectivo acrítico, muchos de los participantes temen que la respuesta sea "no".

- En noviembre de 2005, se organizó un retiro para docentes en la Laboratory School de Chicago, una institución que se encuentra en el predio de mi propia universidad y en la que John Dewey puso en práctica sus experiencias para la reforma democrática del sistema educativo. La misma institución en la que las hijas del presidente Barack Obama pasaron los primeros años de su formación. Los docentes se reunieron para debatir sobre la educación para la ciudadanía democrática y analizaron una gran variedad de experiencias educativas, estudiando a figuras de la tradición occidental, como Sócrates y Dewey, y de la misma línea en la tradición oriental, como Tagore en la India. Sin embargo, se advirtió que algo estaba fallando. Los docentes, que se enorgullecen de estimular a sus alumnos para que cuestionen, critiquen y utilicen la imaginación, expresaron su preocupación por las presiones recibidas de las familias pudientes que envían a sus hijos a esta escuela de elite. Impacientes con los aprendizajes que consideran superfluos y ansiosos de que sus hijos adquieran aptitudes comprobables y tendientes al éxito económico, estos padres están tratando de cambiar los principios rectores de la escuela. Y, al parecer, están listos para lograrlo.

- En el otoño boreal de 2005, fui convocada como asesora por la directora del comité encargado de buscar un nuevo decano para la Facultad de Educación de una de las universidades más prestigiosas de los Estados Unidos, que de aquí en adelante llamaremos X. La Facultad de Educación de la Universidad X ejerce una gran influencia sobre los docentes y las escuelas de todo el país. Cuando comencé a hablarle sobre la importancia de las artes y las humanidades en la educación para la ciudadanía democrática, algo que me resultaba común y evidente, la directora se mostró sorprendida. "Qué raro -me dijo-: ninguna de las otras personas con las que estuve hablando mencionó nada sobre ese tema. Hasta ahora, hablamos sobre la contribución mundial que puede hacer la Universidad X a la educación científica y técnica, lo que le importa al presidente, pero lo que usted dice es muy interesante. Quiero pensarlo más."

- En el invierno boreal de 2006, otra universidad muy prestigiosa de los Estados Unidos, que llamaremos Y, celebró un gran simposio con ocasión de un aniversario importante. Uno de los temas centrales que se iban a tratar era el futuro de la educación humanística. Unos meses antes, a los participantes que habíamos aceptado presentar nuestras ponencias se nos dijo que había cambiado el eje del simposio y que podíamos asistir de todas maneras, para dictar una clase sobre el tema que quisiéramos a un público reducido, perteneciente al departamento que correspondiera. Una secretaria administrativa muy atenta y conversadora me dijo que el cambio se debía a que el rector de la universidad consideraba que un simposio sobre la educación humanística "no iba a causar sensación", por lo que había decidido que el simposio versara sobre los últimos desarrollos tecnológicos y su importancia para la obtención de renta en las empresas y en la industria.

Existen centenares de historias como éstas, y cada día aparecen otras nuevas en los Estados Unidos, pero también en Europa, en la India y, seguramente, en otras partes del mundo. Vamos detrás de las posesiones que nos protegen, nos satisfacen y nos consuelan, aquello que Tagore describe como el "disfraz exterior" de lo material. Sin embargo, parecemos olvidarnos del alma, de lo que significa que el pensamiento se desprenda del alma y conecte a la persona con el mundo de manera delicada, rica y compleja.

¿Por qué en la escuela no enseñan más arte?

En la actualidad se estàn produciendo cambios muy dràsticos. ¿Cuáles son esos cambios tan drásticos? En casi todas las naciones del mundo se están erradicando las materias y las carreras relacionadas con las artes y las humanidades, tanto en los niveles primario y secundario como en el terciario y el universitario.

Concebidas como ornamentos inútiles por quienes deciden las políticas estatales en un momento en que las naciones deben eliminar todo lo que no tenga ninguna utilidad para ser competitivas en el mercado global, estas carreras y materias pierden terreno a gran velocidad, tanto en los programas curriculares como en la mente y el corazón de padres e hijos. Es más: aquello que podríamos describir como el aspecto humanístico de las ciencias, es decir, el aspecto relacionado con la imaginación, la creatividad y la rigurosidad en el pensamiento crítico, también está perdiendo terreno en la medida en que los países optan por fomentar la rentabilidad en el corto plazo mediante el cultivo de capacidades utilitarias y prácticas, aptas para generar renta.

La crisis nos mira de frente, pero aún no la hemos enfrentado. Continuamos como si todo siguiera igual que siempre, cuando en realidad resulta evidente en todas partes que ya no se pone el acento en lo mismo que antes. En ningún momento hemos discutido acerca de estos cambios, ni los hemos elegido a conciencia, pero aun así, cada vez limitan más nuestro futuro.

A continuación, presentaré cinco ejemplos tomados de distintos países y de diferentes niveles educativos:

- En el otoño boreal del año 2006, la Comisión sobre el Futuro de la Educación Superior, designada por el Departamento de Educación de los Estados Unidos y dirigida por Margaret Spellings, secretaria de Educación del gobierno de Bush, publicó un informe sobre el estado de la educación superior en dicho país, con el título de A test of leadership. Charting the future of us higher education (El liderazgo a prueba: un mapa del futuro de la educación superior en los Estados Unidos). Este informe presentaba una crítica significativa contra la desigualdad en el acceso a la educación superior. No obstante, en términos de contenidos, se centraba por completo en la educación para el beneficio económico nacional. El texto apuntaba a las deficiencias en materia de ingeniería, ciencias y tecnología, mas no a la investigación científica en esos campos, sino al aprendizaje del conocimiento aplicado, que sirve para generar velozmente estrategias destinadas a la obtención de renta. Las artes, las humanidades y el pensamiento crítico casi brillaban por su ausencia. Al omitirlos, el informe daba a entender que no habría problema alguno si esas capacidades quedaran en el olvido para dar lugar a otras disciplinas de mayor utilidad.

- En marzo de 2004, se reunieron especialistas de diversos países para debatir sobre la filosofía educativa de Rabindranath Tagore, premio Nobel de Literatura de 1913 y pionero de las nuevas ideas en materia de educación. La experiencia educativa realizada por Tagore, de gran influencia en Europa, Japón y los Estados Unidos, se centraba en la atribución de poder social a sus alumnos mediante la práctica del método socrático, la exposición a diferentes culturas y, sobre todo, la inclusión de la música, las bellas artes, el teatro y la danza en todas las secciones del programa curricular. Hoy en día, las ideas de Tagore son desestimadas e incluso desdeñadas en la India. Todos los participantes del encuentro coincidieron en que actualmente predomina una nueva concepción, que gira en torno de la rentabilidad y que ha dejado de lado la idea del desarrollo personal basado en la imaginación y en el pensamiento crítico, con la que Tagore había formado a los futuros ciudadanos de la democracia exitosa que había logrado su país. ¿Es posible que la democracia de la India sobreviva a los embates actuales contra su espíritu? Frente a tantas demostraciones recientes de necedad burocrática y pensamiento colectivo acrítico, muchos de los participantes temen que la respuesta sea "no".

- En noviembre de 2005, se organizó un retiro para docentes en la Laboratory School de Chicago, una institución que se encuentra en el predio de mi propia universidad y en la que John Dewey puso en práctica sus experiencias para la reforma democrática del sistema educativo. La misma institución en la que las hijas del presidente Barack Obama pasaron los primeros años de su formación. Los docentes se reunieron para debatir sobre la educación para la ciudadanía democrática y analizaron una gran variedad de experiencias educativas, estudiando a figuras de la tradición occidental, como Sócrates y Dewey, y de la misma línea en la tradición oriental, como Tagore en la India. Sin embargo, se advirtió que algo estaba fallando. Los docentes, que se enorgullecen de estimular a sus alumnos para que cuestionen, critiquen y utilicen la imaginación, expresaron su preocupación por las presiones recibidas de las familias pudientes que envían a sus hijos a esta escuela de elite. Impacientes con los aprendizajes que consideran superfluos y ansiosos de que sus hijos adquieran aptitudes comprobables y tendientes al éxito económico, estos padres están tratando de cambiar los principios rectores de la escuela. Y, al parecer, están listos para lograrlo.

- En el otoño boreal de 2005, fui convocada como asesora por la directora del comité encargado de buscar un nuevo decano para la Facultad de Educación de una de las universidades más prestigiosas de los Estados Unidos, que de aquí en adelante llamaremos X. La Facultad de Educación de la Universidad X ejerce una gran influencia sobre los docentes y las escuelas de todo el país. Cuando comencé a hablarle sobre la importancia de las artes y las humanidades en la educación para la ciudadanía democrática, algo que me resultaba común y evidente, la directora se mostró sorprendida. "Qué raro -me dijo-: ninguna de las otras personas con las que estuve hablando mencionó nada sobre ese tema. Hasta ahora, hablamos sobre la contribución mundial que puede hacer la Universidad X a la educación científica y técnica, lo que le importa al presidente, pero lo que usted dice es muy interesante. Quiero pensarlo más."

- En el invierno boreal de 2006, otra universidad muy prestigiosa de los Estados Unidos, que llamaremos Y, celebró un gran simposio con ocasión de un aniversario importante. Uno de los temas centrales que se iban a tratar era el futuro de la educación humanística. Unos meses antes, a los participantes que habíamos aceptado presentar nuestras ponencias se nos dijo que había cambiado el eje del simposio y que podíamos asistir de todas maneras, para dictar una clase sobre el tema que quisiéramos a un público reducido, perteneciente al departamento que correspondiera. Una secretaria administrativa muy atenta y conversadora me dijo que el cambio se debía a que el rector de la universidad consideraba que un simposio sobre la educación humanística "no iba a causar sensación", por lo que había decidido que el simposio versara sobre los últimos desarrollos tecnológicos y su importancia para la obtención de renta en las empresas y en la industria.

Existen centenares de historias como éstas, y cada día aparecen otras nuevas en los Estados Unidos, pero también en Europa, en la India y, seguramente, en otras partes del mundo. Vamos detrás de las posesiones que nos protegen, nos satisfacen y nos consuelan, aquello que Tagore describe como el "disfraz exterior" de lo material. Sin embargo, parecemos olvidarnos del alma, de lo que significa que el pensamiento se desprenda del alma y conecte a la persona con el mundo de manera delicada, rica y compleja.

2010/10/04

La paràbola del hijo pròdigo

Verifica, respondiendo al test de lectura la respuesta correcta en cada una de las`preguntas que se formulan.

RESPONDE: CLIK AQUÌ Paràbola de los talentos

2010/10/03

El sabio no nace, se hace

¿Qué es la sabiduría?
Es una palabra que generalmente se relaciona con el conocimiento, pero con 18 años he logrado darme cuenta de que se puede tener pocos conocimientos (de lo que muchas veces se llama "cultura general") y aun así ser más sabio que aquel que puede recitar un poema de Shakespeare de memoria o enumerar las características de un sistema político. ¿Cuál es la verdadera sabiduría? ¿Quién es el verdadero sabio? ¿La sabiduría es universal o sólo es aplicable a cada alma diferente de todas las demás? ¿Todos podemos ser capaces de adquirir esta sabiduría, o la misma ya vive dentro de nosotros? Quizá la sabiduría es la aceptación de que gran parte de las cosas que vemos y vivimos todos los días son un misterio.
Carolina Martel

Como nuestra amiga Carolina, también la británica Sorcha Corey, investigadora y docente de arte clásico inglés, hace una especial diferencia entre conocimiento y sabiduría. "El conocimiento nos sirve para ganarnos la vida, la sabiduría nos ayuda a vivir", dice. Ambas proponen desandar una vieja confusión que lleva a creer que quien mucho leyó o estudió es sabio. Ya en la Grecia socrática se distinguía entre un tipo de sabiduría superior y otra práctica. La primera (sophia), considerada una virtud del alma, consistía en conocer, a través de la investigación de las cosas naturales, todas las causas y los principios. La segunda (phrónesis) era una habilidad adquirida para hacer ciertas cosas. Ya se hablaba, pues, de sabiduría y conocimiento.

También lo hacía en sus reflexiones Jiddu Krishnamurti (1895-1986), luminoso orador, filósofo y escritor indio que en El libro de la vida (una recopilación de charlas y escritos hecha por Mark Lee) señala el conocimiento como apenas una rama del árbol llamado sabiduría. "Nos agarramos de la rama y creemos que es el árbol, pero mediante el conocimiento de una parte jamás podremos experimentar el júbilo del todo." Krishnamurti descreía de la sabiduría como un hecho intelectual. Y alertaba a quienes, en un vano intento por evitar el dolor, la incertidumbre y el desasosiego inherentes a la vida, buscan explicaciones para todo. Si la mente y el corazón son sofocados por el conocimiento que busca todas las explicaciones, "la vida se torna vana y carente de sentido". En esa dirección apuntaba el gran Albert Einstein cuando concluía que "cada día conocemos más y entendemos menos".

¿Qué es lo que hay que entender? Quizá que la vida no es un parque temático en el que hallaremos todo resuelto y explicado, en el que todo será fácil y obvio. Quizás haya que entender que se conoce y se crece a través de la dificultad, que hay un sentido también en el dolor, que hay un misterio a la vuelta de cada esquina y que hay que cruzar todas las esquinas que propone el camino elegido. La sabiduría es inteligencia, pero no la inteligencia entendida como acumulación de conocimientos, sino como un punto de encuentro -decía Krishnamurti- entre la razón y el amor. A ese lugar se llega cuando hay comprensión de nuestra propia interioridad, cuando nos atrevemos a bucear en ella con los ojos abiertos, y cuando se hace la experiencia de sumergirse en las revueltas aguas de la vida, no la de limitarse a surfear en ellas.

Aun así, intuyo, no alcanza la sola acumulación de experiencias para hacernos sabios. Experiencias son las cosas que vivimos voluntaria o involuntariamente. Lo que hagamos con ellas, las actitudes a que nos lleven, dirán si hemos adquirido sabiduría. Hay muchas personas llenas de conocimientos y anémicas de sabiduría. Hay muchas otras que pasaron por todas, se propusieron vivir intensamente, acumularon decenas de experiencias y anécdotas para contar, pero no destilaron de ellas ni una gota de sabiduría. Acaso porque sólo se la alcanza cuando se la deja de tener como meta, cuando no se aspira a adquirirla como quien suscribe un seguro contra el dolor, la decepción, la perplejidad o el riesgo, cuando conservamos la capacidad de asombrarnos. Es lo que comprueban los protagonistas de Sabiduría garantizada, un hermoso film de la alemana Doris Dörrie, cuyos protagonistas, dos hermanos en crisis existencial, descubren en carne propia que la rama no es el árbol. Podemos ganarnos muy bien la vida o podemos vivir muy bien. Las dos cosas no son opuestas, pero no se unen naturalmente. Lo que las integra es la sabiduría. Y no venimos dotados de esta herramienta existencial. La incorporaremos, o no, según sea nuestro modo de estar en el mundo.

"Hoy es posible un matrimonio para toda la vida"

Considerada "gurú" de las mujeres latinoamericanas, la psicóloga chilena Pilar Sordo rechazó ser ministro de Piñera. Aquí, explica cómo rescatar el amor en nuestra apurada época
Pilar Sordo es una especie de sismóloga, experta en "terremotos del alma", y dueña de una biografía tan llena de medallas como de cicatrices. Con un divorcio y una viudez a cuestas, sus libros sobre relaciones de pareja y seducción se han convertido en fenómeno de ventas, es cada vez más requerida para charlas colectivas (recientemente se presentó en Buenos Aires y Rosario) y sus videos son descargados una y mil veces en YouTube. En entrevista con LN R , en las oficinas del Instituto Profesional Ipege de Santiago, del cual es rectora, repasa algunas de las ideas que la han convertido en una suerte de "gurú" de la mujer latinoamericana, con una fama que a ella no parece sorprenderle.

-Muchos destacan su resiliencia, su capacidad de volver a ponerse de pie después de golpes muy duros. ¿Cuál ha sido la receta?

-Mi capacidad de superación tiene que ver con dos elementos: el primero es que creo profundamente en Dios y confío en que todo ocurre por y para algo. Lo otro es que tengo muy buen sentido del humor. Yo creo que cuando se juntan esas dos cosas, se puede potenciar el crecimiento personal, y eso te permite volver a pararte después de varios dolores.

-¿Por qué se interesó en la relación entre hombres y mujeres?

-Partí con eso en el Viva la diferencia [ver recuadro De las librerías a la TV ], después de mi separación matrimonial, hace ya casi cinco años. Comencé a preguntarme qué había pasado y, producto de ello, empecé a trabajar en talleres con parejas, donde descubrí que los hombres y las mujeres tenían lenguajes distintos para expresar los conflictos. A partir de eso, decidí armar esta investigación, primero en Chile y luego en América latina, porque me molestaba mucho este eslogan de "hombres y mujeres somos iguales", que es muy distinto a hablar de igualdad de oportunidad o equidad de derecho. El concepto de igualdad nos ha hecho mucho daño. Nos ha hecho más competitivos de lo que naturalmente somos y evita las complementariedades, que es a lo que apunto en mi investigación. Ahí descubrí 16 diferencias estructurales, que no dependen de la cultura, y que en el fondo implican el concepto del Viva la diferencia como una fiesta o como una celebración de valorar lo distintos que somos.
-¿Cómo describiría usted esos distintos procesos mentales?

-Son muchas las cosas distintas. Hay algo clave: la tendencia retentiva de las mujeres versus la experiencia de soltar de los hombres. A partir de esta estructura biológica se desprenden una cantidad de características psicológicas, como la excelente memoria en las mujeres, la capacidad que tenemos de preguntar y de guardar cosas, en contraposición a la capacidad que tienen los hombres para avanzar y dar vuelta la página rápido después de las discusiones. Desde esas dos grandes diferencias se derivan las otras 14, algunas de las cuales tienen que ver con que los hombres funcionan sobre la base de objetivos y las mujeres, a partir de procesos o detalles. Los hombres generalmente hablan de sus conflictos cuando los tienen resueltos, las mujeres necesitamos hablar para resolverlos; los hombres funcionan mayoritariamente, a nivel neurofisiológico, con el sistema visual; las mujeres, con el auditivo.

-¿Nos reporta algún beneficio mantener estas diferencias?

-La riqueza misma del ser humano. Uno se valora distinto, y no solamente por el género. Valoramos a los más capacitados, a la gente de edad, a la gente más joven. Y si uno cree que esa diferencia puede aportar a la sociedad, creo que eso es mucho más enriquecedor que empezar a uniformar a todo el mundo, que es algo que nos hace perder la individualidad de saber desde dónde colaboramos con el proceso social. Por lo tanto, desde el punto de vista de la relación de pareja era superimportante mostrar que desde esa diferencia, desde mi ser mujer, yo tenía algo que decir a la sociedad, que es distinto de lo que tiene que decir un hombre, y que no es mejor ni peor, sino sencillamente diferente.

-¿Qué pasa cuando se alteran los papeles tradicionales?

-Da lo mismo, porque el asunto no pasa por un tema de roles. Si el hombre debe quedarse en casa cuidando a los niños y la mujer debe salir a trabajar, ella, desde ese salir a trabajar, tiene que tratar de ser lo más femenina posible. Por supuesto, aprendiendo habilidades masculinas, porque las va a tener que aprender. Y el hombre que se queda en la casa tendrá que ser lo más masculino posible, pero integrando atributos femeninos, porque los va a tener que integrar.

-¿Qué perdió y qué ganó la mujer con su nuevo rol en la sociedad?

-Lo que perdió o ganó depende de cómo cada una lo asuma, pero yo creo que la mujer chilena tendió a masculinizarse mucho, a hacerse fría y calculadora, para entrar en el mundo social, lo que es una pérdida gigante para la sociedad. No así la mujer argentina, que se ha masculinizado bastante menos. El hombre, en cambio, enriqueció su mundo emocional integrando elementos femeninos. Ha habido cierta evolución, debo reconocer, y la mujer ha ido entendiendo que no pasa por ahí el tema del liderazgo. Eso me hace pensar que estamos de alta y que la deuda que tenemos pendiente es con las adolescentes, hipermasculinizadas y jugando mucho a la igualdad, con todos los costos que ello implica.

-En ese sentido, ¿no habrá sido contraproducente haber tenido presidentas en la Argentina y en Chile?

-No, eso nos ayudó, porque en el caso de Michelle Bachelet, ella nunca traicionó su ser femenino. Si hay algo que le agradezco como mujer, es que no se haya masculinizado un ápice en su rol, un riesgo que corría con largueza. Yo creo que eso nos ayudó a encontrarnos con lo femenino, con lo delicado, con lo suave, con establecer un poder que tenía que ver más con el tema conciliatorio y no centrado en los objetivos. De hecho, creo que el gran porcentaje de éxito que tuvo al salir del gobierno tiene que ver con esas características femeninas, con ese espíritu conciliador, con haber formado un gobierno cercano a la gente.

-¿Qué decir de la Argentina y Cristina Kirchner?

-En la Argentina tienen un tema distinto con eso de ser femeninos. Si bien las argentinas tienen hartos problemas con el tema del envejecimiento, y rinden mucho culto al cuerpo, también funcionan en términos femeninos más profundamente que nosotras. En la Argentina se sigue valorando a los viejos, se les da respeto, se cocinan ñoquis. La presencia de Cristina es un tema que valora lo estético y la cosa más externa, pero lo ancestral de la mujer se trae de siempre. Yo creo que el problema argentino son las adolescentes, que si bien no están masculinizadas, están cayendo en un juego de igualdad medio peligroso en términos valóricos. Ahora, también creo que hay conductas afectivas en la Argentina mejores que las nuestras. Los hombres se expresan cariño libremente y acá sólo lo hacen cuando están borrachos. Los argentinos tienen una estructura mental y emocional mucho más libre, con los pros y los contras que ello conlleva.

-¿A qué refiere "juego de igualdad medio peligroso en términos valóricos"?

-Tiene que ver con comportamientos sexuales asociados con cierta libertad en el actuar adolescente argentino, del cual tampoco estamos exentos en Chile. En Europa ya vienen de vuelta. Hablo de poco autocuidado en los jóvenes. Creo que ésa es la palabra adecuada.

-¿Qué factores atentan contra la estabilidad de la pareja?

-El exceso de facilismo, el sentir que todo se puede conseguir rápidamente, deteriora el desarrollo de la fuerza de voluntad, que a mi juicio determina que un proceso amoroso de pareja se mantenga en el tiempo. El amor no es un sentimiento: es una decisión que se toma todos los días y por la cual hay que trabajar. Y cuando las cosas se ven tan fáciles, cuando es más cómodo comer en bandeja que en una mesa, cuando es mejor comer con la TV encendida, cuando todo parece tan fácil, empezamos a perder los valores centrales y sociales. Creo que el secreto del siglo XXI, aunque parezca raro, es volver a complicarse la vida, volver a aplicar fuerza de voluntad para mantener lo que es importante.

-¿Cómo generar una actitud de colaboración entre hombre y mujer?

-Entendiendo que el desarrollo de la pareja es el cimiento de la familia, que requiere tiempo y trabajo consciente, espacios concretos de diálogo, conversación y profundización. Hoy, tanto hombres como mujeres están preparados para una relación más complementaria y menos competitiva que antes, en la que se permiten tener roles más flexibles y entretenidos. Por supuesto, ello debe estar siempre gobernado por un esquema de relación de pareja sustentado por la decisión de amar.

-En su caso, ¿cuál fue la fórmula?

-La única fórmula es decidirse a ser feliz. Hacerse cargo de la propia vida. Cuando lo haces, estás mucho más preparada para vivir con otro. No puedes endosar al otro lo que no resuelves. Ahí es cuando las cosas no funcionan. Hoy es mucho más factible que antes tener un matrimonio para toda la vida. El problema es que las tolerancias, las paciencias y los tiempos han ido cambiando en un mundo que lo desecha todo, que a la orden de un "clic" elimina la foto que sale fea. Pareciera que hay que hacer desaparecer cualquier cosa que nos sea incómoda. Y una relación de pareja tiene, por base, imperfecciones.

-¿Por qué cree que su mensaje ha tenido tanto éxito?

-Dios me dio muchos dones, pero en el paquete no venían la delicadeza ni la fineza. Soy muy poco docta y, acaso por ello, puedo llegar al 90% de la gente que no tiene acceso a terapia. Me esfuerzo por bajar lo complejo de la investigación a palabras sencillas. Yo también pasé por etapas en las cuales consulté a tarotistas (labor que, realizada profesionalmente, encuentro muy válida), pero descubrí que tenía más que ver con mis miedos e inseguridades. Buscaba que me dieran una varita mágica y no me daba cuenta de que debía descubrirla por mí misma.

-¿Alcanzó a utilizar los resultados de su investigación en su propia vida?

-Con la investigación descubrí que no debí haberme casado. Y no porque me separé, que es muy distinto. Me casé muy inmadura, creo. El amor maduro y real lo viví con otra pareja, la que ya se fue. Antes me quejaba mucho más de lo que me quejo hoy en día. La investigación me enseñó a no hacerlo. Saqué adelante a mis hijos y volví a dar ayuda comunitaria sin mirar atrás.

-Su último libro trata sobre la seducción. ¿Qué le atrajo de este tema?

-Lo estudié en Latinoamérica y me impresionó el marcado cuidado de sí misma que tiene la mujer centroamericana, partiendo de que usa ropa interior bonita siempre. Una chilena se viste así sólo si va a ser vista. Si no tiene pareja, le da lo mismo. La mujer argentina también se descuida mucho después de casada.

Por Carlos Vergara

DE LAS LIBRERIAS A LA TV
El nombre de Pilar Sordo saltó a la fama luego de que un popular humorista chileno, Coco Legrand, reconoció sobre el escenario del Festival de Viña del Mar haber basado su exitosa rutina en uno de los libros de la psicóloga, Viva la diferencia, versión que ha sido comparada con el recordado Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus, de John Gray. Inmediatamente, Pilar Sordo encabezó con esa publicación todos los rankings de ventas en Chile. Después vinieron Con el Coco en el diván, No quiero crecer y Lecciones de seducción.

A su trabajo como psicóloga clínica ha añadido una vasta ayuda social y repetidas apariciones en la radio y en la televisión, medio en el cual animó un programa femenino que, pese a las expectativas, no tuvo el éxito esperado.

¿MINISTRA? NO, GRACIAS
En marzo de este año, Pilar Sordo rechazó la oferta del presidente de Chile, Sebastián Piñera, para convertirse en ministro de Estado, a cargo del Servicio Nacional de la Mujer. Su nombre también sonó como posible ministro del Trabajo. "Me es más fácil estar detrás del escenario que saliendo en las fotos. Eso lo perdería. No vale lo mismo desde dónde uno habla. Me interesa que alguien comunista y alguien de extrema derecha me escuchen con el mismo respeto", explica la profesional. Hasta el día de hoy no pocos han vuelto a fijar la vista en ella, a meses de lo que se presume podría ser el primer cambio de gabinete en Chile. Con todo, ella sigue dictando charlas y brindando asesoría a pedido del gobierno, tal como lo hizo en la administración de Michelle Bachelet.

"Hoy es posible un matrimonio para toda la vida"

Considerada "gurú" de las mujeres latinoamericanas, la psicóloga chilena Pilar Sordo rechazó ser ministro de Piñera. Aquí, explica cómo rescatar el amor en nuestra apurada época.

Pilar Sordo es una especie de sismóloga, experta en "terremotos del alma", y dueña de una biografía tan llena de medallas como de cicatrices. Con un divorcio y una viudez a cuestas, sus libros sobre relaciones de pareja y seducción se han convertido en fenómeno de ventas, es cada vez más requerida para charlas colectivas (recientemente se presentó en Buenos Aires y Rosario) y sus videos son descargados una y mil veces en YouTube. En entrevista con LN R , en las oficinas del Instituto Profesional Ipege de Santiago, del cual es rectora, repasa algunas de las ideas que la han convertido en una suerte de "gurú" de la mujer latinoamericana, con una fama que a ella no parece sorprenderle.

-Muchos destacan su resiliencia, su capacidad de volver a ponerse de pie después de golpes muy duros. ¿Cuál ha sido la receta?

-Mi capacidad de superación tiene que ver con dos elementos: el primero es que creo profundamente en Dios y confío en que todo ocurre por y para algo. Lo otro es que tengo muy buen sentido del humor. Yo creo que cuando se juntan esas dos cosas, se puede potenciar el crecimiento personal, y eso te permite volver a pararte después de varios dolores.

-¿Por qué se interesó en la relación entre hombres y mujeres?

-Partí con eso en el Viva la diferencia [ver recuadro De las librerías a la TV ], después de mi separación matrimonial, hace ya casi cinco años. Comencé a preguntarme qué había pasado y, producto de ello, empecé a trabajar en talleres con parejas, donde descubrí que los hombres y las mujeres tenían lenguajes distintos para expresar los conflictos. A partir de eso, decidí armar esta investigación, primero en Chile y luego en América latina, porque me molestaba mucho este eslogan de "hombres y mujeres somos iguales", que es muy distinto a hablar de igualdad de oportunidad o equidad de derecho. El concepto de igualdad nos ha hecho mucho daño. Nos ha hecho más competitivos de lo que naturalmente somos y evita las complementariedades, que es a lo que apunto en mi investigación. Ahí descubrí 16 diferencias estructurales, que no dependen de la cultura, y que en el fondo implican el concepto del Viva la diferencia como una fiesta o como una celebración de valorar lo distintos que somos.

-¿Cómo describiría usted esos distintos procesos mentales?

-Son muchas las cosas distintas. Hay algo clave: la tendencia retentiva de las mujeres versus la experiencia de soltar de los hombres. A partir de esta estructura biológica se desprenden una cantidad de características psicológicas, como la excelente memoria en las mujeres, la capacidad que tenemos de preguntar y de guardar cosas, en contraposición a la capacidad que tienen los hombres para avanzar y dar vuelta la página rápido después de las discusiones. Desde esas dos grandes diferencias se derivan las otras 14, algunas de las cuales tienen que ver con que los hombres funcionan sobre la base de objetivos y las mujeres, a partir de procesos o detalles. Los hombres generalmente hablan de sus conflictos cuando los tienen resueltos, las mujeres necesitamos hablar para resolverlos; los hombres funcionan mayoritariamente, a nivel neurofisiológico, con el sistema visual; las mujeres, con el auditivo.

-¿Nos reporta algún beneficio mantener estas diferencias?

-La riqueza misma del ser humano. Uno se valora distinto, y no solamente por el género. Valoramos a los más capacitados, a la gente de edad, a la gente más joven. Y si uno cree que esa diferencia puede aportar a la sociedad, creo que eso es mucho más enriquecedor que empezar a uniformar a todo el mundo, que es algo que nos hace perder la individualidad de saber desde dónde colaboramos con el proceso social. Por lo tanto, desde el punto de vista de la relación de pareja era superimportante mostrar que desde esa diferencia, desde mi ser mujer, yo tenía algo que decir a la sociedad, que es distinto de lo que tiene que decir un hombre, y que no es mejor ni peor, sino sencillamente diferente.

-¿Qué pasa cuando se alteran los papeles tradicionales?

-Da lo mismo, porque el asunto no pasa por un tema de roles. Si el hombre debe quedarse en casa cuidando a los niños y la mujer debe salir a trabajar, ella, desde ese salir a trabajar, tiene que tratar de ser lo más femenina posible. Por supuesto, aprendiendo habilidades masculinas, porque las va a tener que aprender. Y el hombre que se queda en la casa tendrá que ser lo más masculino posible, pero integrando atributos femeninos, porque los va a tener que integrar.

-¿Qué perdió y qué ganó la mujer con su nuevo rol en la sociedad?

-Lo que perdió o ganó depende de cómo cada una lo asuma, pero yo creo que la mujer chilena tendió a masculinizarse mucho, a hacerse fría y calculadora, para entrar en el mundo social, lo que es una pérdida gigante para la sociedad. No así la mujer argentina, que se ha masculinizado bastante menos. El hombre, en cambio, enriqueció su mundo emocional integrando elementos femeninos. Ha habido cierta evolución, debo reconocer, y la mujer ha ido entendiendo que no pasa por ahí el tema del liderazgo. Eso me hace pensar que estamos de alta y que la deuda que tenemos pendiente es con las adolescentes, hipermasculinizadas y jugando mucho a la igualdad, con todos los costos que ello implica.

-En ese sentido, ¿no habrá sido contraproducente haber tenido presidentas en la Argentina y en Chile?

-No, eso nos ayudó, porque en el caso de Michelle Bachelet, ella nunca traicionó su ser femenino. Si hay algo que le agradezco como mujer, es que no se haya masculinizado un ápice en su rol, un riesgo que corría con largueza. Yo creo que eso nos ayudó a encontrarnos con lo femenino, con lo delicado, con lo suave, con establecer un poder que tenía que ver más con el tema conciliatorio y no centrado en los objetivos. De hecho, creo que el gran porcentaje de éxito que tuvo al salir del gobierno tiene que ver con esas características femeninas, con ese espíritu conciliador, con haber formado un gobierno cercano a la gente.

-¿Qué decir de la Argentina y Cristina Kirchner?

-En la Argentina tienen un tema distinto con eso de ser femeninos. Si bien las argentinas tienen hartos problemas con el tema del envejecimiento, y rinden mucho culto al cuerpo, también funcionan en términos femeninos más profundamente que nosotras. En la Argentina se sigue valorando a los viejos, se les da respeto, se cocinan ñoquis. La presencia de Cristina es un tema que valora lo estético y la cosa más externa, pero lo ancestral de la mujer se trae de siempre. Yo creo que el problema argentino son las adolescentes, que si bien no están masculinizadas, están cayendo en un juego de igualdad medio peligroso en términos valóricos. Ahora, también creo que hay conductas afectivas en la Argentina mejores que las nuestras. Los hombres se expresan cariño libremente y acá sólo lo hacen cuando están borrachos. Los argentinos tienen una estructura mental y emocional mucho más libre, con los pros y los contras que ello conlleva.

-¿A qué refiere "juego de igualdad medio peligroso en términos valóricos"?

-Tiene que ver con comportamientos sexuales asociados con cierta libertad en el actuar adolescente argentino, del cual tampoco estamos exentos en Chile. En Europa ya vienen de vuelta. Hablo de poco autocuidado en los jóvenes. Creo que ésa es la palabra adecuada.

-¿Qué factores atentan contra la estabilidad de la pareja?

-El exceso de facilismo, el sentir que todo se puede conseguir rápidamente, deteriora el desarrollo de la fuerza de voluntad, que a mi juicio determina que un proceso amoroso de pareja se mantenga en el tiempo. El amor no es un sentimiento: es una decisión que se toma todos los días y por la cual hay que trabajar. Y cuando las cosas se ven tan fáciles, cuando es más cómodo comer en bandeja que en una mesa, cuando es mejor comer con la TV encendida, cuando todo parece tan fácil, empezamos a perder los valores centrales y sociales. Creo que el secreto del siglo XXI, aunque parezca raro, es volver a complicarse la vida, volver a aplicar fuerza de voluntad para mantener lo que es importante.

-¿Cómo generar una actitud de colaboración entre hombre y mujer?

-Entendiendo que el desarrollo de la pareja es el cimiento de la familia, que requiere tiempo y trabajo consciente, espacios concretos de diálogo, conversación y profundización. Hoy, tanto hombres como mujeres están preparados para una relación más complementaria y menos competitiva que antes, en la que se permiten tener roles más flexibles y entretenidos. Por supuesto, ello debe estar siempre gobernado por un esquema de relación de pareja sustentado por la decisión de amar.

-En su caso, ¿cuál fue la fórmula?

-La única fórmula es decidirse a ser feliz. Hacerse cargo de la propia vida. Cuando lo haces, estás mucho más preparada para vivir con otro. No puedes endosar al otro lo que no resuelves. Ahí es cuando las cosas no funcionan. Hoy es mucho más factible que antes tener un matrimonio para toda la vida. El problema es que las tolerancias, las paciencias y los tiempos han ido cambiando en un mundo que lo desecha todo, que a la orden de un "clic" elimina la foto que sale fea. Pareciera que hay que hacer desaparecer cualquier cosa que nos sea incómoda. Y una relación de pareja tiene, por base, imperfecciones.

-¿Por qué cree que su mensaje ha tenido tanto éxito?

-Dios me dio muchos dones, pero en el paquete no venían la delicadeza ni la fineza. Soy muy poco docta y, acaso por ello, puedo llegar al 90% de la gente que no tiene acceso a terapia. Me esfuerzo por bajar lo complejo de la investigación a palabras sencillas. Yo también pasé por etapas en las cuales consulté a tarotistas (labor que, realizada profesionalmente, encuentro muy válida), pero descubrí que tenía más que ver con mis miedos e inseguridades. Buscaba que me dieran una varita mágica y no me daba cuenta de que debía descubrirla por mí misma.

-¿Alcanzó a utilizar los resultados de su investigación en su propia vida?

-Con la investigación descubrí que no debí haberme casado. Y no porque me separé, que es muy distinto. Me casé muy inmadura, creo. El amor maduro y real lo viví con otra pareja, la que ya se fue. Antes me quejaba mucho más de lo que me quejo hoy en día. La investigación me enseñó a no hacerlo. Saqué adelante a mis hijos y volví a dar ayuda comunitaria sin mirar atrás.

-Su último libro trata sobre la seducción. ¿Qué le atrajo de este tema?

-Lo estudié en Latinoamérica y me impresionó el marcado cuidado de sí misma que tiene la mujer centroamericana, partiendo de que usa ropa interior bonita siempre. Una chilena se viste así sólo si va a ser vista. Si no tiene pareja, le da lo mismo. La mujer argentina también se descuida mucho después de casada.

Por Carlos Vergara

DE LAS LIBRERIAS A LA TV
El nombre de Pilar Sordo saltó a la fama luego de que un popular humorista chileno, Coco Legrand, reconoció sobre el escenario del Festival de Viña del Mar haber basado su exitosa rutina en uno de los libros de la psicóloga, Viva la diferencia, versión que ha sido comparada con el recordado Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus, de John Gray. Inmediatamente, Pilar Sordo encabezó con esa publicación todos los rankings de ventas en Chile. Después vinieron Con el Coco en el diván, No quiero crecer y Lecciones de seducción.

A su trabajo como psicóloga clínica ha añadido una vasta ayuda social y repetidas apariciones en la radio y en la televisión, medio en el cual animó un programa femenino que, pese a las expectativas, no tuvo el éxito esperado.

¿MINISTRA? NO, GRACIAS
En marzo de este año, Pilar Sordo rechazó la oferta del presidente de Chile, Sebastián Piñera, para convertirse en ministro de Estado, a cargo del Servicio Nacional de la Mujer. Su nombre también sonó como posible ministro del Trabajo. "Me es más fácil estar detrás del escenario que saliendo en las fotos. Eso lo perdería. No vale lo mismo desde dónde uno habla. Me interesa que alguien comunista y alguien de extrema derecha me escuchen con el mismo respeto", explica la profesional. Hasta el día de hoy no pocos han vuelto a fijar la vista en ella, a meses de lo que se presume podría ser el primer cambio de gabinete en Chile. Con todo, ella sigue dictando charlas y brindando asesoría a pedido del gobierno, tal como lo hizo en la administración de Michelle Bachelet.