Como todos los años hoy recordamos al ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, novela de lectura necesaria que ayuda a fortalecerse interiormente, intelectualmente y vivir el gusto por el idioma. Con tal enunciado todos estamos e acuerdo, ¡verdad!.
Seguro que muchos de nosotros sabemos ya que, el español es el idioma materno de 332 millones de personas en el mundo. Además de España, el español es el idioma oficial de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Además, se habla ampliamente en otras naciones incluyendo Canadá, Marruecos, Filipinas y los Estados Unidos.
Por su enorme acogida hoy el español es la segunda lengua de comunicación y la cuarta más hablada del mundo. Conviene saber también que, el segundo idioma que más se conoce en la Unión Europea es el inglés, que domina el 34% de la población europea, seguido del alemán, el francés, el español y el ruso. Y ni se diga lo que viene con el chino mandarìn.
Después de la presenteciòn de este contexto vayamos a la reflexión y detengámonos un momento para observar y evaluar el uso de nuestro idioma español. ¿còmo lo estamos usando? ¿cuànta importancia le damos?
Fìjese usted, cuando alguien habla con nosotros y pronuncia como lo señalan las máximas autoridades, nos damos cuenta de si estamos frente a una persona culta o no.
Seguro que muchos de nosotros sabemos ya que, el español es el idioma materno de 332 millones de personas en el mundo. Además de España, el español es el idioma oficial de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Además, se habla ampliamente en otras naciones incluyendo Canadá, Marruecos, Filipinas y los Estados Unidos.
Por su enorme acogida hoy el español es la segunda lengua de comunicación y la cuarta más hablada del mundo. Conviene saber también que, el segundo idioma que más se conoce en la Unión Europea es el inglés, que domina el 34% de la población europea, seguido del alemán, el francés, el español y el ruso. Y ni se diga lo que viene con el chino mandarìn.
Después de la presenteciòn de este contexto vayamos a la reflexión y detengámonos un momento para observar y evaluar el uso de nuestro idioma español. ¿còmo lo estamos usando? ¿cuànta importancia le damos?
Fìjese usted, cuando alguien habla con nosotros y pronuncia como lo señalan las máximas autoridades, nos damos cuenta de si estamos frente a una persona culta o no.
Pues en esto de hablar bien, no hay que olvidar que siempre se nos está evaluando, aunque no nos percatemos de ello. Apenas uno abre la boca, su interlocutor se forma una opinión de usted. Como una persona hable, coma, vista, se comporte, son factores de la evaluación. Ilustra esto un proverbio muy conocido que reza: Por la maleta se saca al pasajero. (Fíjese que debe decirse al pasajero, que es como comúnmente no se dice, y no: el pasajero).
Lo cierto, también, es que al mejor cazador se le va la liebre, reza el dicho popular. Quiero con esto significar que no importa cuán perfecto sea usted en el manejo del español, de vez en cuando se presentará una duda cuando habla, cuando escriba o cuando oiga una canción o vea la televisión. Siempre surgirán perlitas del lenguaje, para llamarlas de un modo simpático, en vez de decir gazapos o debarros.
Tal sucede cuando, por ejemplo usted oye la canción Ay que chivo tan sabroso/ el que me brindó Isabel,/ déjamelo ver, / déjamelo ver,/ déjamelo ver. Repite el déjamelo ver, en vez de déjame verlo, que sería lo correcto.
Hay otra canción popular, que en su forma original dice: Cuando el amor llega así de esta manera, uno no se da de cuenta. Si no me equivoco, así la cantó Plácido Domingo, mientras leía la letra. Decir: uno no se da de cuenta es cometer un error horripilipantoso, menos mal que los intérpretes hoy día corrigen la plana y dicen: uno no se da cuenta ni, para evitar ese estorboso de la frase original.
Pero el colmo no termina allí. Culmina en una pieza musical famosísima que popularizó Celia Cruz (q. e. p.d.)y que dice más o menos así: Tongo le dio a Borondongo/ Borondongo le dio a Bernabé/ Bernabé le pegó a Muchilanga, le dio a Burundanga,/le jincha lo pié. Allì nada tiene sentido, menos el final con eso de le jincha lo pié.
Otros casos ya terminològicos como: Ingerir e injerencia. Observe y escuche cuidadosamente que mientras ingerir se escribe con g / injerencia lo hace con j. Me recuerdo, No debe usarse esta frase. Diga mejor: Me acuerdo,
Una más, por si no lo sabía, la palabra coliflor es de género femenino: la coliflor. Otra que fue admitida es exilado (Expatriado). Hoy se admite èsta y también exiliado, con sus respectivos verbos: exilarse y exiliarse. Esta la leí en uno de los periódicos locales, decía: ¿magnificando de forma exagerada? ¿No les parece redundante la frase?.
Otras palabritas: No diga padrasto ni madrasta. Lo correcto es decir padrastro y madrastra, con esa r en la última sílaba. Este error fastidioso es más común de lo que usted se imagina y si que se utiliza.
Voy terminando. no diga: habían muchas personas. Diga: Había muchas personas. Lo correcto es puede haber (una o mil personas) y nunca pueden haber. Es estos casos el verbo no se conjuga.
Estorba, impacta, molesta –y mucho– oír a grandes personalidades de la vida pública nacional maltratar una y otra vez el idioma. Eso es muy cierto. Escuchar que muchas veces abusan sin tregua del ‘de que’; “la cosa”, “que”; dicen ‘óigamen’ por el correcto óiganme’. Etc.
Así son las cosas del lenguaje. A veces por imprecisión, otras tantas por ignorancia, podemos cometer errores o caer en desavenencias.
A veces nos atormentan las dudas, que nunca faltan: ¿Cómo debe decirse con propiedad, un sobo o una soba? ¿Será canasto o canasta?, ¿taponar o taponear?, gordiflón o gordinflón?, ¿parlachín o parlanchín? ¿Es la mujer cliente o clienta? ¿Qué diferencia hay entre regente y regenta, cuando hablamos de la mujer? Y así sucesivamente. Todas estas dudas las tenemos que aclarar. Por lo pronto no confunda bimensual con bimestral. En esos casos, acude al Diccionario Panhispánico de Dudas.
Cabe resaltar, que ninguna otra lengua en el mundo, aparte del español, cuenta con veintidós academias nacionales dispuestas a preservar la unidad y la riqueza del habla popular común. Los hispanohablantes contamos con un instrumento consensuado de consulta que pone a salvo matices regionales del idioma mestizado desde que el conquistador pronunció, por primera vez, imitando al indígena, la palabra "canoa", recurre al Diccionario Panhispánico de Dudas. Mantengamos la pureza y riqueza de nuestro idioma, es parte de nuestra identidad.
Gracias AMIGA Bertha, por hacerme conocer màs el español. A partir de la una de la madrugada, me acordè de tu pedido. Busquè incansablemente. Lo grabè aquì .
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita y dejar tu comentario.