Los adolescentes asiduos al libro son un 20% menos y crece el interés por internet
Dos de cal y dos de arena. Los jóvenes catalanes, a medida que crecen, leen menos, y entre sus actividades favoritas, del 1 al 10, leer ocupa la octava posición solo por delante de dormir y ordenar la habitación. Sin embargo, cada vez se dejan aconsejar más y desarrollan un criterio propio al escoger sus lecturas y, además, el niño lector se desprende del estigma de ser considerado por los compañeros poco sociable y/o empollón. Y un apunte a tener en cuenta: después de salir con amigos y escuchar música, lo que prefieren es chatear, jugar y navegar por internet.
Estas son algunas de las conclusiones del estudio de hábitos de lectura en Catalunya que ayer presentó el Consell Català del Llibre Infantil y Juvenil (Clijcat), basado en una encuesta a 1.200 niños y jóvenes entre 12 y 16 años, a 400 personas que tienen niños de entre 6 y 16 años y a 400 profesores. Este informe, realizado con el apoyo del Departament de Cultura de la Generalitat y con datos del curso 2008/2009, es el segundo de este tipo en Catalunya y muestra la evolución respecto al anterior, del 2004.
Así, existe una tendencia decreciente entre los adolescentes de cuarto de ESO: los que leen libros cada día o alguna vez por semana son el 44,1%, cuando hace seis años eran el 53%. Es decir, el número de lectores habituales ha descendido en un 20%, acentuando aún más el desplome en los índices de lectura a medida que los adolescentes se acercan a los 16 años. En cambio, los alumnos de sexto de Primaria son los mejores lectores (83,4%) y son a los que más les gusta leer (75%), seguidos por los de segundo de ESO (61,7% y 56,3%, respectivamente) y se mantienen en los niveles del 2004. Este descenso lector con la edad se debe, según Reina Duarte, vicepresidenta del Clijcat. a que «entran en los hábitos de los adultos, que leen menos». Los datos del informe coinciden con los del resto de España y de otros países.
CHICAS LECTORAS
Otro resultado que se mantiene es que, como entre los adultos, a las chicas les gusta más leer que a los chicos (68,6% frente al 54,2%). Los jóvenes, además «tienen la impresión de las madres leen más que los padres», explica Joan Portell, miembro del Clijcat y director de la revista Faristol, que remarca el hecho de que «la lectura se socializa y pierde exclusividad», ya que las redes de amigos actúan como prescriptores de lecturas. La implicación de la familia crece: es la que regala y aconseja más libros (76,6%). Los jóvenes tienen en cuenta también el consejo de amigos y maestros. Que internet haya pasado del cuarto al tercer lugar entre las actividades preferidas mientras que leer sigue en el octavo lleva a «tener en cuenta de cara al próximo estudio la lectura en blogs y en la red», opina Portell. A menos edad, los niños leen porque les gusta (57,9%) y para aprender (45,9%). A medida que crecen, por obligación escolar (60,2%). Entre las preferencias, ganan por goleada las aventuras, el terror y la fantasía aunque entre los de cuarto de ESO irrumpen las historias de amor, sobre todo entre chicas.
¿Qué recomienda el Clijcat? Implicación de editores, colegios, familia, bibliotecas, medios de comunicación, librerías, administración... en acciones de fomento de la lectura
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