PROPUESTA

En el proceso de Enseñanza Aprendizaje del área de Comunicación del cuarto  grado de educación secundaria se observa  que  las estudiantes presentan  dificultades  en  la argumentación oral académica. ¿Cómo interrelacionar didácticamente  los contextos  socioculturales en la argumentación oral para desarrollar la expresión oral? Frente a esta problemática creo que el enfoque intercultural, crítico y discursivo permitirá desarrollar una persona, una cultura y una sociedad con competencia comunicativa. Además, el enfoque promueve la actitud reflexiva y participativa en la vida social y se asume el lenguaje como acción social.  

En este enfoque debemos ver con sumo cuidado  el proceso de enseñanza-aprendizaje, éstos se dan en todos los grupos y clases  sociales, se concretan en prácticas, y pueden ser promovidos en forma intencional para favorecer intereses de algunos grupos. La práctica pedagógica se da en un contexto, no es cerrada y apartada de su realidad y sociedad. Debemos considerar al sujeto concreto y formar su conciencia. Para ello se debe dar un adecuado tratamiento a los espacios sociales en que los aprendizajes han de generarse, ya que éstos imprimen especificidad a las formas de manifestación e intencionalidades.  

La propuesta se aboca especialmente a tratar la argumentación oral, como una práctica discursiva oral.  Afortunadamente, en los últimos años ha habido una clara defensa de la enseñanza de las prácticas  discursivas orales formales, que, aunque tienen un apoyo en la escritura, presentan unos rasgos y características que los hacen diferenciarse de los géneros escritos.

Se ha demostrado que la oralidad se puede enseñar de forma sistemática y que existen unas prácticas discursivas  orales formales que tienen una gran importancia en el desarrollo de capacidades en el contexto escolar, familiar y comunal. Las herramientas que diversos estudios han puesto al alcance de los profesores son de tipo sociolingüístico, fundamentalmente, aunque existen propuestas que preconizan el aspecto intercultural  como base de las mismas.

ORIENTACIÓN DE LA PROPUESTA

En la propuesta  busco desarrollar la competencia de la Expresión oral a través de la argumentación oral. Si bien la competencia comunicativa es fundamental para el discurso oral, puesto que es aquello que un hablante necesita saber para comunicarse de manera eficaz, en contextos socialmente significantes; es la expresión oral y  el conocimiento de las convenciones lingüísticas y comunicativas en general que los hablantes deben poseer para crear y mantener  la cooperación conversacional, implica conocer no solo el código lingüístico, si no también que decir a quien, y cómo decirlo de manera apropiada en cualquier situación dada. Tiene que ver con el conocimiento social y cultural que se le supone a los hablantes  y que les permita usar e interpretar las formas lingüísticas. 

Propuesta pedagógica a desarrollar será sobre  la Argumentación Oral con Enfoque Socio-Cultural,  para desarrollar la Competencia  De Expresión Oral en las estudiantes del  Cuarto grado de  Educación Secundaria. Esta propuesta pedagógica que presentó se sustenta en el modelo del Análisis Crítico Del Discurso (ACD) propuesto por Norman Fairclough (1992), considerando que no es basta la información y la mayor parte de ella se encuentra en otro idioma, la propuesta se apoya los  estudios que realiza Virginia Zavala y otros.

En primer lugar, según el enfoque, la realidad y todo el conocimiento es siempre una construcción social generada a partir de prácticas discursivas. En consecuencia la comprensión que tenemos del mundo y las formas en que nos involucramos con él guarda estrecha relación con el contenido del discurso o con las maneras en que el lenguaje es usado.  

Es decir, la realidad nunca es exactamente “la realidad”, sino que se construye a partir de discursos o representaciones que hemos heredado, que continuamos reproduciendo  y que la hegemonía nos obliga a usar  casi de manera natural.  La representación de la realidad  que  es la proyección de una “verdad” tiene que ver con lo que decimos y cómo lo decimos, en ese “qué” y “cómo” favorecemos a unos y excluimos a otros.  En razón de lo anterior el análisis crítico del discurso ya no se establecería solo a nivel del texto, sino en el rol que éste tiene en las prácticas discursivas y en el cambio social.

Además, Zavala rescata la  insistencia de Fairclough, quien señala que el lenguaje no “representa” la realidad  sino que la “crea” y la constituye de una manera determinada.  Los discursos dan forma a los objetos sobre los que hablamos.

En el enfoque se considera el aporte de la psicología discursiva: El repertorio interpretativo. Es decir, las  formas relativamente coherentes de hablar sobre objetos y eventos del mundo. El repertorio contendría  el sentido común de una comunidad y constituiría la base para el entendimiento social compartido. La realidad es, entonces,  una lucha de discursos y significados que batallan por adquirir hegemonía instalándose en los sentidos comunes de la gente, esta dinámica hace notar que se establece un vínculo entre el discurso y el poder. 

El siguiente aporte de la psicología discursiva es el dilema ideológico. Por este concepto referimos que los repertorios interpretativos no son totalmente coherentes, pues el sentido común suele tener argumentos contrarios  que compiten entre sí, por tanto, no es unitarios ni homogéneo. Pero habrá uno, que según la cultura se imponga y con fuerza se constituya en el dominante, aquí (Gramsci) aparece un nuevo aporte la llamada “categoría hegemónica”. En efecto este grupo dominante no solo asegura su supremacía y poder, sino que a la vez su discurso  y representación de la realidad social se internaliza en el grupo dominado, se acepta y no se cuestiona.