Cómo tratamos…desde las aulas
Tratemos bien a los demás con nuestra palabra y gestos. Dónde radica esta gran verdad. Dios creó el mundo con la palabra. Veamos si no es constructiva. "Dios dijo: «Que se haga la luz», y la luz se hizo. Gran maravilla.
Con las palabras podemos crear, bendecir, decir bien de alguien y ponderar la conducta del otro en lugar de criticar o maltratar siempre. También con la palabra podemos destruir y difícilmente retractar y hacer olvidar. A veces, una palabra hiere más que una bofetada".
El día a día esta lleno de un sin número de formas de comunicación. La necesidad de trasmitir un mensaje es inevitable, pues la interrelación e interacción es el motor de la socialización. Lo normal es que dicho mensaje se haga llegar dentro de los parámetros y principios elementales de la comunicación como: respeto, la humildad, la verdad, etc. El caso es que más de las veces, también, se hace uso de formas inapropiadas como la grosería y los exabruptos.
Es hora de revalorar la importancia de las relaciones personales, a partir de los dichos y los gestos. Celebremos un acto en el que se reflexione sobre el buen trato y el valor de las palabras. Hacer una reflexión sobre la importancia de llamar a las personas por su nombre y no decirles "oye"; el valor del "buen día" a quien se cruza en un pasillo, o el pedir las cosas con un "por favor".
Debemos hablar sobre la palabra en la relación con el otro; la buena comunicación que crea comunidad y unidad; las palabras que hieren, ofenden o discriminan, y el valor de cumplir la palabra empeñada. "Si le prometo a mi profesor que voy a hacer la tarea, tengo que cumplir con lo que dije".
"En estos momentos de enorme agresividad y ofuscación, pensemos en parar el tormento y dedicar 15 minutos cada día a pensar el valor que tiene lo que decimos y cómo lo decimos". "No es lo mismo pedir permiso o decir «gracias» que no hacerlo. Las palabras tienen mucha fuerza, se pueden usar para el bien o para el mal", ello es claro.
Cuán importante es fomentar el “pensar antes de hablar ". Es cierto que muchas veces agredimos al otro con lo que sale de nuestra boca. Alguna vez decía a mis alumnas, quizá en una situación un tanto “arrebatada”..se han puesto a pensar por qué tenemos dos ojos, dos oídos, dos fosas nasales, etc. Y una sola boca… pensemos. Creo que es fundamental aprender a reflexionar antes de soltar una palabra fea. A veces, ese tiempo para pensar te ayuda a cambiar.
La clave está en abrir espacios para dialogar, intercambiar opiniones y escucharnos. El acto conversado la semana pasada, con las alumnas próximas a egresar de la secundaria, fue el primer paso de lo que pretendo convertir, en abril de 2010, en la escuela que fuere, en una jornada del buen trato, que alcance a todas las aulas de secundaria. Puede ser mi oniria pero sino es mi escuela por lo menos mi aula incluirá en su programación un día específico para trabajar este tema". Porque el buen trato, a parte de enseñarlo en casa se aprende en la escuela. Será un primer paso simple y grande a la vez.
Tratemos bien a los demás con nuestra palabra y gestos. Dónde radica esta gran verdad. Dios creó el mundo con la palabra. Veamos si no es constructiva. "Dios dijo: «Que se haga la luz», y la luz se hizo. Gran maravilla.
Con las palabras podemos crear, bendecir, decir bien de alguien y ponderar la conducta del otro en lugar de criticar o maltratar siempre. También con la palabra podemos destruir y difícilmente retractar y hacer olvidar. A veces, una palabra hiere más que una bofetada".
El día a día esta lleno de un sin número de formas de comunicación. La necesidad de trasmitir un mensaje es inevitable, pues la interrelación e interacción es el motor de la socialización. Lo normal es que dicho mensaje se haga llegar dentro de los parámetros y principios elementales de la comunicación como: respeto, la humildad, la verdad, etc. El caso es que más de las veces, también, se hace uso de formas inapropiadas como la grosería y los exabruptos.
Es hora de revalorar la importancia de las relaciones personales, a partir de los dichos y los gestos. Celebremos un acto en el que se reflexione sobre el buen trato y el valor de las palabras. Hacer una reflexión sobre la importancia de llamar a las personas por su nombre y no decirles "oye"; el valor del "buen día" a quien se cruza en un pasillo, o el pedir las cosas con un "por favor".
Debemos hablar sobre la palabra en la relación con el otro; la buena comunicación que crea comunidad y unidad; las palabras que hieren, ofenden o discriminan, y el valor de cumplir la palabra empeñada. "Si le prometo a mi profesor que voy a hacer la tarea, tengo que cumplir con lo que dije".
"En estos momentos de enorme agresividad y ofuscación, pensemos en parar el tormento y dedicar 15 minutos cada día a pensar el valor que tiene lo que decimos y cómo lo decimos". "No es lo mismo pedir permiso o decir «gracias» que no hacerlo. Las palabras tienen mucha fuerza, se pueden usar para el bien o para el mal", ello es claro.
Cuán importante es fomentar el “pensar antes de hablar ". Es cierto que muchas veces agredimos al otro con lo que sale de nuestra boca. Alguna vez decía a mis alumnas, quizá en una situación un tanto “arrebatada”..se han puesto a pensar por qué tenemos dos ojos, dos oídos, dos fosas nasales, etc. Y una sola boca… pensemos. Creo que es fundamental aprender a reflexionar antes de soltar una palabra fea. A veces, ese tiempo para pensar te ayuda a cambiar.
La clave está en abrir espacios para dialogar, intercambiar opiniones y escucharnos. El acto conversado la semana pasada, con las alumnas próximas a egresar de la secundaria, fue el primer paso de lo que pretendo convertir, en abril de 2010, en la escuela que fuere, en una jornada del buen trato, que alcance a todas las aulas de secundaria. Puede ser mi oniria pero sino es mi escuela por lo menos mi aula incluirá en su programación un día específico para trabajar este tema". Porque el buen trato, a parte de enseñarlo en casa se aprende en la escuela. Será un primer paso simple y grande a la vez.
como usted a redactado en el texto anterior mis flor, las palabras y los gestos son mucho mas fuertes que talves una simple bofetada, ya que estos hieren psicologicamente a la persona.
ResponderEliminarTambien el saber expresare frente a los demas y no solo el "finguir" hablar bien frente a los profesores o personas de autoridad, sino tambien con nuestras compañeras de clase, con nuestros familares, en fin con todos los que nos rodean.
......FiiOrella Valera......
Hola, Fiorella
ResponderEliminarciertamente, pocos entendemos el enorme poder o impacto que llevan nuestras palabras y gestos.
Por ello, es importante cuidar la forma de expresarnos en todos los contexto y frente a cualquiera de nuestros semejantes.
El buen trato permite la interrelación sana y duradera, que tanto hace falta en estos tiempos en que la comunicación es cada vez más distante.
Una brazo y gracias por la visita.