2013/07/18

PUBLICIDAD SEXISTA



Autora: NOMBRE: Stefany Torres Paisig

PUBLICIDAD SEXISTA: UN FACTOR DENIGRANTE PARA LA SOCIEDAD
    Un asunto muy discutido pero al parecer difícil de resolver es el sexismo publicitario que ocurre con las mujeres de hoy en día.  Cada vez son más los índices de representaciones feministas como objeto sexual, de burla o incluso de manipulación por el sexo opuesto.  Y si nos ponemos a analizar la causa de mostrar de este modo a la mujer, la respuesta consiste en tratar de llamar la atención con algo “creativo” para sus espacios publicitarios.
     La publicidad tiene la capacidad de cambiar rápidamente los hábitos de una persona, y el medio más eficaz para hacerlo es la mujer, colocándola como alguien que puede ocupar un lugar en la sociedad si está llena de glamour, como si su felicidad solo consistiera en atraer a los demás buscando su perfección en el hogar o en la moda.
Muchos creen que de esta manera se están  dando más feminidad a la persona, cuando en realidad solo la muestran de una manera irracional,  exponiendo el aspecto físico  y no intelectual.

     El uso del cuerpo femenino desnudo, permite captar la atención de modo erótico, tomándola como un objeto que se ofrece fácilmente.  Y claro, esto es de mucha importancia para las grandes empresas a las cuales solo les interesa lo económico y buscan siempre una justificación a estas representaciones.  Pero ¿qué pasaría si se les pide que cambien su método para “llamar al público”? La respuesta es inmediata: obviamente fracasarían.  No cuentan con suficiente creatividad para hacer un espacio publicitario decente,  donde no se muestre a la mujer como una imperfección a la cual hay que corregir constantemente o donde la mujer no sea tomada como un objeto de deseo,  por parte del otro sexo. Y  donde no se tome como el sexo inferior ocupada de los roles de limpieza, cuidados o alimentación familiar.  Pero sobre todo que tampoco se trate de mostrar a este género como alguien agresivo, sino crearle una imagen según sus valores y capacidades como todo ser humano.

     Es sin duda, nuestra propia cultura la que apoya este tipo de machismo plasmado en los medios.  A los varones no les causa molestia alguna esta forma en cómo se da a conocer la figura de la mujer públicamente, teniendo como consecuencia el surgimiento de jóvenes educados en la masculinidad sexista.  El público simplemente capta determinadas ideologías que los periodistas con su falta de conciencia dan a conocer a la sociedad.
     Esto es realmente preocupante. Sobre todo la gran cantidad de personas que se dejan llevar por la publicidad, logrando así que disminuya cada vez más la sensibilidad del humano para ayudar a corregir los efectos que puede ocasionar.  Por ejemplo: menor valoración social, baja autoestima y en el peor de los casos las posibilidades a ser acosadas e incluso violadas debido al drástico cambio en la mentalidad de algunos varones.

     Sin darnos cuenta esta situación está afectando a la libertad del desarrollo de la personalidad y privacidad.  El público inconscientemente está aceptando que los medios de comunicación y hasta el mismo contexto social denigren la figura del sexo femenino; tomándola también con fines sexuales, colocando anuncios o volantes para el “servicio” de prostitución y el tráfico de mujeres.  Como si eso fuera en realidad un servicio al cual se puede recurrir cuantas veces quieran, sin importarles el sentimiento de indignación que se recibe.
     A todo esto no se le puede llamar tan solo publicidad: esto ya es “PUBLICIDAD GROSERA”, la cual va empeorando conforme el público se deje llevar y atraer por eso.
     Cuando vamos por la calle podemos darnos cuenta de la infinidad de recursos que utiliza la publicidad sexista para llamar la atención.  Por ejemplo: Carteles con mujeres en diminutos bikinis promocionando cerveza, estaciones de gas o pinturas para el hogar. ¿Por qué colocar una mujer semidesnuda al lado de su producto? La razón es que la propia sociedad se ha acostumbrado a prestar más atención a los anuncios eróticos.  Además, a través de esto no sólo promocionan la cerveza, sino también la anatomía femenina para fines económicos.  Y muchas veces hasta la marca de producto es olvidada por centrarse más en aquello que transmiten mensajes sexuales.

     En el Perú no es raro observar propagandas sexistas, ya que nuestra cultura está acostumbrada a convivir con eso todos los días.

     Ahora ni siquiera nos sorprende lo mucho que se están acortando las prendas.  En el mundo actual, el hecho que una mujer salga a la calle con una “microfalda”, un vestido muy corto o mostrando la mitad del seno ya no es novedad. ¿Acaso no nos damos cuenta de que somos nosotros los primeros en promover este tipo de sexismo? ¡Claro que nos damos cuenta!, pero la psicología del ser humano es tan voluble que prefiere dejarse llevar por lo que muestran los medios para que las demás personas se den cuenta “que existes”.  Con esto me refiero a aquellos comerciales que utilizan al sexo femenino para corregir múltiples imperfecciones en su cuerpo o rostro.
     Nos muestran como algo neutro en la sociedad si no nos depilamos las piernas, si no nos quitamos esos rollitos de más, si no mostramos unos senos firmes y voluminosos, etc.  Es obvio en este caso que las primeras personas en sentirse afectadas seremos nosotras; lo peor de todo es que creemos tanto lo que escuchamos hasta llegar al extremo de que algunas mujeres vivan acomplejadas por la apariencia física.  Esto las conlleva a adquirir los productos que las harán verse mejor, cuando en realidad muchos de ellos solo son pérdida de dinero y tiempo.  Inclusive somos capaces de comprar cantidades del mismo producto para “tener resultado”, sin darnos cuenta que la publicidad solo nos vende mentiras.

     El derecho contra la invasión de la intimidad de la persona es muy importante para adquirir respeto entre todos.  Se supone que el hecho de tener situaciones personales como mujer era algo sumamente íntimo.  Sin embargo, no faltaron aquellos que quisieron promocionar toallas higiénicas colocando en vergüenza a muchas damas por el miedo de ser “manchadas”.  Pongo el ejemplo del producto Nosotras y sus nuevos términos añadidos como “parartefobia, miedo a esas grandes descargas”, entonces me pregunto: ¿Por qué esta situación tiene que ser tomada como un riesgo de ridiculez para una dama?
No estoy en contra de que nos presenten productos para ayudarnos a evitar situaciones vergonzosas, pero tampoco digo que está bien usar ese tipo de lenguaje y términos para describir algo íntimo de una mujer.

     Desde ya muchos años atrás, siempre se relaciona a la mujer con roles de ama de casa o con estereotipos de belleza, dulzura, delicadeza, seducción, etc.  Y como dice el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), todas estas características “se convierten en agentes de discriminación”.    
Sobre todo la seducción que es el que más han utilizado los medios para referirse a este género. Por ejemplo: el comercial de Brahma donde aparece una chica prácticamente seduciendo a un joven por la entrada a un concierto, éste joven siente el erotismo y finalizan diciendo que solo Brahma refresca “tanto calor”.
Otro ejemplo es el de la gaseosa Sprite con su comercial “escote mata amistad” donde aparece una joven compitiendo con el amigo de su pareja, pero como se da cuenta que está perdiendo tiende a  desabrocharse la blusa y mostrar el escote para atraer al novio.

     En estas propagandas se ve claramente la forma de seducir para conseguir algo.  Así demuestran que podemos brindar nuestro cuerpo fácilmente al varón para conseguir lo que deseamos; es más, en el comercial de Sprite muestran un noviazgo superficial basado simplemente en la atracción por el físico de una mujer.
     Tal vez algunos puedan decir que no tiene nada de malo mostrar a una mujer ocupándose del hogar: lavando, planchando, cocinando, limpiando, cuidando de los hijos, etc; o de cuidar su belleza.  Sin embargo, estas son ideas sexistas, ya que no pueden estar refiriéndose a nosotras como si dependiéramos del varón para sustentar una familia o como si dependiéramos de millones de productos que nos permitirán captar la atención del sexo opuesto.  De esta forma simplemente nos tachan como personas superfluas que buscan estar en la primera página de una revista vendiendo su belleza.

     8 de cada 10 publicidades que se transmiten en el periódico o en la televisión se consideran sexistas.  En este último medio por ejemplo, casi nunca vemos a la mujer siendo la jefa de la casa.  Siempre muestran al varón como el hábil, el fuerte, el que busca retos o el que tiene el poder y control del hogar.  En el periódico utilizan a la mujer para presentar detergentes, productos de limpieza, automóviles, etc; y lo que es realmente el colmo: colocan a una fémina prácticamente semidesnuda al final del periódico ocupando una página completa.  Pero como nuestro Perú está acostumbrado a comprar este tipo de diarios como El Popular, El Trome, El Ojo, Ajá y otros más (ya que según “son los más baratos”) nos hacemos cómplices de esta publicidad sin muchas veces ni siquiera pensarlo.
Ahora yo me pregunto: ¿Qué les cuesta gastar unos cuantos soles más para adquirir un buen diario que les brinde información de buena base y sobre todo que su presentación sea de manera formal sin vender a la mujer?
Quiero pensar que realmente no adquieren estos diarios por el costo, y no por la forma de presentar “su información” en la última página.
     Algunas expresiones que comúnmente usamos o escuchamos son: “cada mujer es delicada” o “todo hombre es mujeriego”; pero nos hemos preguntado ¿de dónde surgen estas ideas?
Un factor para tener esa ideología es precisamente la publicidad sexista. Las personas pueden estar mirando televisión tranquilamente sin darse cuenta de la cantidad de cosas que influye este pensamiento.
Si en todo caso no comparten mi idea, nada más fíjense en el comercial de Axe donde muestran a un varón que al ponerse el producto atrae a montones de mujeres; o en la propaganda de Coca Cola Zero donde mientras más ceros se muestren, más mujeres irán hacia el joven.
     Sin saber inconscientemente estamos percibiendo la publicidad de otra manera. Permitiendo que entren ideas subliminales  a nuestra mente. Logrando mayor desconfianza entre el varón y la  mujer.

     A comparación de los años 70 y 80, donde los medios se mostraban de una manera transparente;  actualmente tenemos en nuestro entorno un mundo eminentemente sexista. De esta forma percibimos la evolución que ha sufrido la manera de emitir información.
    Somos las mujeres las que debemos comenzar por un cambio, cuidando nuestro modo de mostrarnos ante los demás. Pero también depende de la otra cara de la sociedad, para que tome conciencia respecto a esto. Porque no solo se trata de que una dama cuide su persona, sino también de que le brinden respeto y valoración tal como se merece una persona con dignidad.

     La humanidad se cree tan capaz de denigrar su propia raza, solo por satisfacerse.  A veces ni nosotros mismos podemos colocarnos a pensar un poco sobre la solución a esto.  Y Si seguimos así, lo único que lograremos es que en un tiempo las futuras generaciones nos tomen como personas que hemos brindado culto a la anatomía de la mujer para un fin.
     Pensemos en cuanta información sin importancia pueden estar adquiriendo ahora los pequeños que se integran a través de los medios. Si no tienen una buena base de educación, ellos también caerán en este tipo de sexismo,  pero si como padres los forman bien desde pequeños, tal vez podrían cambiar un poco este problema.

   Hablar con los medio para evitar que coloquen este tipo de representaciones en su publicidad resulta difícil pero no imposible. En cambio comenzar a cambiar las ideas sexistas de las generaciones futuras resulta más accesible.
     Madres, hijas, abuelas, sobrinas, nietas, esposas, etc. todas ellas son mujeres con las cuales convivimos día a día y merecen llevar su dignidad en alto. Así que ahora principalmente dependerá de la decisión que tome cada uno de nosotros para  imponer mayor cultura en esa sociedad.

     El mundo debe adquirir nuevas metas con mejores ideas, donde no haya diferencia de sexos ni inferioridad por parte de uno solo y sobre todo donde se busque el bien mutuo, utilizando su creatividad para cosas buenas de provecho y  no para llamar la atención con material sexual.

REFERENCIAS:
De Theresa Marx. (2011). Las raíces de la discriminación – Análisis de las razones pseudoracionalidades del fenómeno del sexismo en la sociedad actual. Recuperado de  http://books.google.com.pe/books?id=R2ywF8ftXW0C&pg=PA17&dq=sexismo+publicitario&hl=es-419&sa=X&ei=ph6xUYzQA9O84AOutIGYBQ&ved=0CEgQ6AEwBA#v=onepage&q&f=true
 De Mercedes Arriaga, Rodrigo Browne, José Estévez y Víctor Silva. (2006). Sin Carne: representaciones y simulacros del cuerpo femenino. Recuperado de http://books.google.com.pe/books?id=9rZzr22mmp8C&pg=PA159&dq=Publicidad+sexista&hl=es-419&sa=X&ei=7oGxUfa8C_fi4AO9_IDAAQ&ved=0CCsQ6AEwADgK#v=onepage&q=Publicidad%20sexista&f=false
 
De Ángela Figueruelo, Teresa López, Olga Barrios, Carmen Velayos y Judith Carbajo. (2005). Las mujeres en la constitución europea. Recuperado de http://books.google.com.pe/books?id=RErgFBHkCFYC&pg=PA76&dq=Publicidad+sexista&hl=es-419&sa=X&ei=GTqxUf6xKLKp4APrUg&ved=0CD8Q6AEwBA#v=onepage&q=Publicidad%20sexista&f=true

 



2 comentarios:

  1. Me gusto mucho lo que expusiste, la verdad que concuerdo con la sociedad que esta generando y con lo sexista que se encuentra el medio que nos rodea día a día. Muchas gracias por compartirlo

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  2. Estamos para compartir.

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