VargasLlosa durante la conferencia que ha pronunciado en Madrid sobre "El intelectual en la sociedad de nuestro tiempo".
"Estoy a favor de la ficción, pero no en la economía", afirma en Londres el escritor Mario Vargas Llosa, quien advierte de las consecuencias de la actual crisis no sólo para los países desarrollados, sino también para el conjunto de Latinoamérica.
"Estamos viviendo un momento neurálgico. No sabemos qué viene, pero el mundo a partir de ahora será diferente del que hemos vivido. Se han esclarecido conceptos y sabemos qué es la globalización por sus desastrosas consecuencias", señala el autor de "Conversación en la Catedral".
"Esto debería ser una llamada de atención para una mayor responsabilidad y colaboración entre gobiernos y empresas, pues las consecuencias pueden ser catastróficas tanto para los países directamente implicados como para el resto del planeta", agrega el novelista peruano.
"En Londres parece que todo transcurre con tranquilidad. Es algo que me recuerda - dice el escritor- la obra 'Travesties', del dramaturgo Tom Stoppard, sobre el antiguo empleado de un consulado británico de Zúrich que recuerda de viejecito cómo Lenin, Tristan Tzara y James Joyce (tres personajes que revolucionaron la política, la literatura y el arte) vivieron en esa ciudad suiza sin que nadie se percatara entonces".
Según el escritor, "no se sabe cuántos son los responsables, ni dónde está la mayor responsabilidad", pero ésta "es enorme por parte de las empresas, de los bancos, de las agencias reguladoras y de los gobiernos".
Vargas Llosa recuerda a este respecto al gran filósofo Adam Smith, "que insistía en que el sistema de empresa privada funciona cuando hay leyes muy estrictas que se cumplen y existe una moral que preside las conductas", pero ha ocurrido todo lo contrario: "O no se cumplieron las leyes o brillaron por su ausencia".
"Lo que han hecho en muchos casos los banqueros ha sido inflar artificialmente los beneficios sobre el papel para cobrar mayores primas. Y el resultado es que esos supuestos beneficios de billones de dólares, que no tenían substancia real, se evaporaron en unas horas. Yo estoy a favor de la ficción, pero no en la economía", afirma.
"Todo eso ha afectado a los pequeños accionistas y ha habido cero de responsabilidad. Todo esto tiene que llevar a una reflexión muy crítica sobre el sistema", agrega Vargas Llosa, quien recuerda que "los directivos tenían bien aseguradas sus salidas en caso de quiebras de sus empresas".
"Lo más terrible es que los gobiernos están inyectando ahora dinero para salvar a los ahorradores pero están premiando de paso la irresponsabilidad y deshonestidad", critica el novelista.
Todo ello es además "gravísimo" para América Latina, para una parte del mundo "que estaba empezando a despegar" -agrega Vargas Llosa- porque "el crecimiento sostenido de países como Chile, Perú y Brasil, dependía de las inversiones y los países inversores están ahora en crisis".
Se van a cancelar o paralizar muchos créditos ya que los países desarrollados darán prioridad a los destinados a resolver sus propios problemas y los países en desarrollo o emergentes pasarán a segundo o tercer plano, predice Vargas Llosa, que augura "resultados catastróficos para el Tercer Mundo".
"En América Latina, todo ello va a alentar además -señala- todas las ideologías antisistema, que estaban volviendo a levantar cabeza. Todas esas ideologías van a resucitar y encontrar nuevos argumentos".
"A la gente, golpeada, aturdida por la desgracia, le van a caer encima esas ideologías extremistas, que pueden serles atractivas, lo que va a traer sin ninguna duda una reactivación del radicalismo", advierte el novelista.
Vargas Llosa teme al mismo tiempo los efectos de la crisis sobre la cultura porque -dice- "la gente no puede dejar de comer, pero sí de leer, ir al teatro y los conciertos. La vida cultural se va a resentir y no sólo en el Primer Mundo".
"Si se quiere ver algo positivo en todo ello es que va a obligar a una reforma radical del sistema desde el realismo y el pragmatismo porque, con todas sus deficiencias, se ha demostrado que es el único que funciona si se cumple lo propugnado por Adam Smith", concluye el escritor y ensayista peruano que se encuentra en Londres para pronunciar esta tarde una conferencia en el King's College, del que fue profesor en los años sesenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita y dejar tu comentario.