2009/07/19

A buen juez mejor testigo


ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

ASIGNATURA:

Lengua y Comunicación II
TÍTULO:

Fidelidad en el amor humano
AUTOR:

Mendoza Carrión, Gaby Marilú

CICLO:

III
ASESORA:
Chirinos Sánchez, Flor



Fidelidad en el amor humano

“A buen juez mejor testigo”, leyenda de fondo tradicional, fue una de las primeras compuestas por José zorrilla y Moral. La tradición del cristo milagroso que sirve de testigo en un caso grave, contaba la remota antigüedad. Zorrilla, con una pasión romántica, lo utilizó para una deuda de amor que el galán se niega a satisfacer, pero el cristo de la vega, puesto como testigo del compromiso, certifica la realidad de la promesa. La leyenda esta referida con admirable agilidad; el poeta combina la relación dramática con bellos pasajes descriptivos.[1] En las narraciones legendarias de Zorrilla predomina el tema amoroso, íntimamente enlazado con el del honor. Quienes aman, y también quienes odian, lo hacen de manera irracional y obsesiva pues están solo atentos a la consecución de sus deseos sin reparar en los medios.[2] De la narración presentada en la poesía se logrado inferir sobre un tema muy común, pero poco estudiado, que es de suma importancia para las relaciones humanas; este tema muy peculiar y especulativo es “La Fidelidad en el amor”.

Pero ¿qué es en realidad el amor? ¿Por qué se cae constantemente en una definición confusa y vacía del amor?. ¿Qué es la fidelidad? ¿Por qué la inexistencia de la fidelidad en el amor?. El presente ensayo esbozará toda la verdad sobre el verdadero amor humano, los errores en los que la persona cae constantemente por el simple hecho de no conocer lo que verdaderamente es el amor y su esencia. Asimismo, se tratará de establecer razones que expliquen la infidelidad en el amor. Se llegará a la conclusión que determine si es justificable la infidelidad o no.

El amor, palabra muy nombrada pero poco comprendida ontológicamente; el amor es querer el bien para el otro en cuanto otro. En esta reduplicación en cuanto otro, reposa la piedra de toque del verdadero amor, tal como aquí lo entenderemos: el índice de que efectivamente estamos queriendo bien. Buscamos y realizamos el bien del otro no por motivos subjetivos, personales, propios del para mí; sino por él, porque es digno de mi amor. No por tanto porque me apetece o porque me interesa, ni siquiera porque así y solo así me hago yo bueno, me perfeccióno. [3]

Es difícil en estos últimos tiempos, que la persona, tanto varón como mujer, pueda tener la noción de lo que verdaderamente es el amor, puesto que se extralimita en una teoría sentimentalista o vana, donde lo único que cuenta es la obtención de algún beneficio a partir de la otra persona. De manera que lo que se está haciendo es cosificar al ser, cuando es usado como instrumento de placer, Es ahí cuando la persona misma, al permitirse vivir una relación basada en sentimientos placenteros o simple relación de compañía y diversión, está orillando a que se atente contra su propia dignidad humana. A veces es la misma persona quien atenta principalmente contra su dignidad pues que es ella quien concientemente se ve inmersa en situaciones poco adecuadas para la condición de persona humana.

Es por ello se afirma que hasta que no se dé la disposición de amar a la otra persona en todas las circunstancias de la vida, en lo bueno, en lo malo, y para siempre, la entrega sexual es una mentira.
Entonces a raíz de estas situaciones; es por la cual, la persona concibe el amor equivocadamente, pues conforme a las vivencias que en algunas relaciones obtiene, va infiriendo un sentido vacío del amor, en el cual va llegar al punto de limitar su capacidad de amar y de ser amado realmente.
Son mayoritariamente las mujeres quienes caen en este craso error, ya que tienen la errada idea de que el mantener relaciones sexuales con su pareja va contribuir a que en la relación exista mas unión, y que el amor perdure; pero no solo es por medio del acto sexual que se confunde el amor; sino también el tornar esta relación en solo pasar buenos momentos de diversión y compañía, en la atracción física, sin que nunca haya espacio para tratar de ayudar a la superación del otro ser, de la donación de todo lo que hay en ti y que va aportar al perfeccionamiento y felicidad de la persona amada.

Consecuentemente se oye que el honor de la mujer, ha sido mancillado por personas frívolas, con las que se vinculan sentimentalmente. Ante ello la mujer debe siempre mantener una convicción que le ayude a engrandecer su persona, a respetarse como ser humano y no permitir que nada, ni nadie atente contra su dignidad y valor personal.
Apelando a que ya esta claro lo que realmente es el amor y qué implica sentirlo, se puede ahora hacer referencia a la fidelidad. Que es lo que cada vez es más, inexistente en una relación, e incluso un término en el que muy pocos creen y le dan credibilidad, pues tal parece que hoy en día la fidelidad es vista como un utopía.

Para poder hablar de fidelidad y cuál es su papel en el amor, es necesario, primero comprender el sentido de la palabra que se está tomando en este escrito. Así como también qué es fidelidad en sí, que implica, y en qué contribuye a la felicidad en las relaciones de pareja.
Nombremos a Inés de Vargas, una joven enamorada que se había entregado por completo a Diego de Martínez, quién prometió casarse con ella a su regreso de la guerra de Flandés, pero no cumplió. Inés lo esperó durante tres años. Y es esto es lo que sorprende; su fe, su esperanza, en ese amor que finalmente le falló.

Inés de Vargas mantuvo durante esos tres años de espera, fe en aquella promesa de matrimonio que le hizo su amado diego de Martínez, unos talvez piensen que es terquedad u obstinencia o que esta joven estaba aferrada en esperar a alguien por tanto tiempo. Pero la verdad es que el amor implica el compromiso en algo se cree valioso, significante y por ello es ajeno al tiempo y las circunstancias.

Ciertamente,el que es fiel a una promesa no debe ser considerado como terco, sino como tenaz, es decir, perseverante en la vinculación a lo valioso, lo que nos ofrece posibilidades para vivir plenamente, creando relaciones relevantes. Ser fiel no significa sólo mantener una relación a lo largo del tiempo, pues no es únicamente cuestión de tiempo sino de calidad. Lo decisivo en la fidelidad no es conseguir que un amor se alargue indefinidamente, sino que sea auténtico merced a su valor interno. Por eso la actitud de fidelidad se nutre de la admiración ante lo valioso[4]


La fidelidad de Inés fue lo que la llevo a esperar tanto tiempo a Diego Martínez, pues ella como muchas otras personas son sinceras al amar, aman a la otra persona , y es por ello le son fieles. Se sienten comprometidas con la pareja, ya que quien sabe amar, desde el momento en que inicia una relación, asume un compromiso que le hace sentirse donada hacia la otra persona.

El ser fiel implica una virtud de la cual pocos gozan, pues generalmente la gente se deja llevar por vanos placeres, por el egoísmo, la vanidad, etc. La fidelidad es una manera de donarle a la pareja o al ser amado algo que le demuestra la fe y constancia en ese amor, implica trascender en el espacio y el tiempo el amor que se siente por la otra persona.

Hoy en día, hablar de fidelidad, es motivo de burla para unos y una desesperanza para otros, y lo que es peor es visto también únicamente como una utopía.
Es importante demostrar que no es así, que la existencia de este valor en las relaciones interpersonales es real, es posible; pero ello va necesitar de la contribución constante y voluntaria de la persona, ya que a diferencia de los animales tiene esta capacidad de acceder a lo que voluntariamente desea, aspira guiado por su inteligencia.
Si bien es cierto, la persona posee inteligencia, voluntad y razón muy a diferencia de los animales los cuales solo actúan por instinto. La persona puede discernir entre lo que realmente es bueno o malo, entre lo que sabe le va perjudicar y lo va alejar del fin que contiene la esencia del verdadero del amor.

Asimismo es evidente que amor y fidelidad están relacionados intrínsecamente. La fidelidad en el amor es símbolo de que se está amando bien pues todo acto de amor es por su misma naturaleza, infinito y eterno. Cuando se ama de verdad se mantiene un respeto infinito por la otra persona, siempre se desea que sea feliz, que crezca en todo ámbito de su vida.
Evidentemente una de las posibles razones de infidelidad, es la ausencia del verdadero amor, puesto que si en la relación sentimental que se mantiene no existe valoración por la otra persona o deseos de grandeza para el otro, pues de ninguna manera va existir ningún vínculo fuerte que conlleve ala persona hacia la fidelidad.
A veces es muy complicado que una mujer encuentre un hombre que le sea fiel; pero es ahí cuando se apela a la dignidad moral que la persona conserva. Cuando un hombre no ama a una mujer o viceversa, de alguna manera lo demuestra, y esto ocurre cuando no hay señal de alguna aportación de esta persona para con la mujer, el término aportación se encuentra en la connotación de ayuda al desarrollo personal, y perfeccionamiento de la persona, más no económico, ni jerárquico. Es en ese preciso momento donde entra en función la dignidad de la persona para mantenerse alejada de las personas que demuestren estas actitudes, de personas que únicamente buscan beneficio hedonista a partir de ellas.

Las consecuencias que pueda traer una infidelidad en una relación interpersonal, no son solo la ruptura de estas relaciones. Estas consecuencias son mucho mas trascendentales, pueden ser como en el caso de Inés de vargas, la falta a su honor; y ésta es una de las mas importantes e hirientes para la persona, cuando atentan contra su dignidad, contra su fe, en algo.
Otra consecuencia, es el dolor por lo perdido, así como también el sentimiento de inferioridad que conlleva a la persona a sentirse tonto por confiar, por creer en algo o alguien que sin ningún miramiento falla; ello sume a la persona a una desesperanza terrible y generalmente va tardar en recuperarse de esta mala experiencia.

En la infidelidad y en actos que también van a tener consecuencias directas hacia la persona, como atentar contra su dignidad y otros valores humanos, no solo se daña a quien es victima de infidelidad o de otros actos injustos; sino también y aun más, se daña a sí mismo, quien comete estos actos; pues cada vez que actúa de una forma contraria a su naturaleza, va ir degradando su nivel personal, y poco a poco perdiendo esa característica de la persona, la cual es su grandiosidad y su función de aportar a la perfección del otro.

Por lo tanto no se puede entonces justificar bajo ningún motivo la infidelidad en el amor; mas por el contrario, la fidelidad es una manera de demostrarle amor a alguien. Nadie tiene la potestad para quitarle a otro la fe y la esperanza en una relación que piensan les brindaran felicidad no es justo, faltar a la confianza que

las personas depositan en la persona que aman. Puesto que cuando una persona inicia una relación, lo hace con toda la ilusión y la fe en aquello, donde se les va permitir donar todo lo que hay en si mismos, donde van a poder demostrar cuanto pueden amar y todo lo que puede ayudar su persona a su perfeccionamiento.
Son generalmente las mujeres quienes inician una relación con esta perspectiva, pero lamentablemente a veces se ven truncadas en su ilusión de ama, de confiar en alguien, de demostrar sinceramente la grandiosidad de su persona y terminan lastimadas.
De esta manera el amor se va mantener siempre al margen de todo propósito de obtener algún beneficio a partir de una relación; el amor más bien, es buscar la forma de encontrar el bien para la otra persona, es el deseo de plenitud, en unión con la otra persona.

Entonces el amor y la fidelidad definitivamente van a ser dos actos de voluntad reales. Y no una utopía a la que muchos van aspirar, puesto que con voluntad, inteligencia y razón para realizar cada uno de sus actos, el hombre, va asumir el compromiso en que se sumerge cada vez que inicie una relación ya sea amorosa e interpersonal. El amor verdadero siempre va ser quien cada día desea la mejora para el otro , y a través de formas busque el bien de la persona amada, va ser quien día a día va agradecer la existencia de la pareja y por ende va ser fiel, a la persona que tiene al lado , o a la que la espera.

BIBLIOGRAFÍA


o ALBORG, Juan Luis.(1988) Historia de la Literatura española. El romanticismo. 1era Edición. Editorial Gredos. Madrid.

o FIDELIDAD. Fecha de acceso 30/06/09 URL disponible en: http://www.aciprensa.com/Familia/fidelidad.htm

o MELENDO, Tomás. (2002) Ocho lecciones sobre el amor humano, Ediciones Rialp. cuarta edición. Madrid.


[1] ALBORG, Juan Luis.(1988) Historia de la Literatura española. El romanticismo. 1era Edición. Editorial Gredos. Madrid.

[2] Cf: Salvador García Castañeda, "De la noble matrona a la "mujer fatal": Los personajes femeninos en las leyendas de Zorrilla", ínsula, 564 (Diciembre 1993), 16- 17; "Hidalgos y galanes: los personajes masculinos en la obra legendaria de Zorrilla", Lazarillo, 5 (Enero-Junio 1994), 25-28; y "Amor, celos y venganza en las leyendas de Zorrilla", Actas del Congreso sobre José Zorrilla, cit, pp. 71-80.
[3] MELENDO, Tomás. (2002) Ocho lecciones sobre el amor humano, Ediciones Rialp. cuarta edición. Madrid.

[4] FIDELIDAD. Fecha de acceso 30/06/09 URL disponible en: http://www.aciprensa.com/Familia/fidelidad.htm

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