2010/01/06

Para ver cumplido un propósito debes hacer tuyo el compromiso

ketell Berthois

En China, cuando se acerca fin de año, las familias dedican días a limpiar a fondo sus hogares. No se puede entrar en el nuevo año con la casa sucia. En todos los países, fin de año marca una frontera psicológica. Año nuevo es un trampolín de buenos propósitos, como dejar de fumar, adelgazar o buscar trabajo. Desde una cima imaginaria, visionamos con facilidad un valle con los caminos hacia esas metas.
Pero, ¿dónde queda luego tanta buena intención? Katell Berthois acompaña a las personas en su camino hacia los objetivos profesionales o personales que se han fijado.
–¿Por qué el año nuevo impulsa tantos objetivos?–Igual que es momento de cierres contables, lo es de balances. Eso invita a hacer una reflexión, que habitualmente no hacemos, sobre el año que acaba y lo que se quiere lograr en el próximo.–Encontrar trabajo, por ejemplo.–Sí, en tiempo de crisis, este es sin duda uno de los propósitos más comunes. Por ejemplo, para personas mayores de 40 años, algunos, incluso, altos cargos acostumbrados a entrevistar a candidatos, no a ser los entrevistados, y con una visión restringida de sus posibilidades.
–¿Cuál es su trabajo en ese caso?–Abrir posibilidades donde la gente no las ve. Si amplías el campo de visión, amplías la capacidad de acción de la persona. Para ello, primero hay que trabajar bien la parte emocional, donde se predispone la acción. Alguien sin trabajo, o víctima de un ERE, puede tener la autoestima muy baja, aunque no siempre lo parece.
–¿Qué requiere un buen propósito?–Debe ser desafiante, aunque realista, concreto y formulado en positivo. No es lo mismo querer dejar de ser pobre que proponerse ganar 3.500 euros al mes.
–¿Dónde nos encallamos?–A veces, vemos un solo medio para conseguirlo, cuando puede haber más. Queremos estar en forma y nos apuntamos al gimnasio, pero no vamos. Otras, nos autolimitamos: me apunto a inglés, pero me considero una negada para los idiomas. Y también sucede que a muchos de nuestros propósitos les falta una motivación interna real.
–¿Cómo podemos distinguirla?–Reflexionando sobre el para qué voy a hacer tal esfuerzo. El objetivo tiene que tener sentido para ti. Solo así puedes hacer tuyo el compromiso de llegar hasta el final, prescindiendo de las presiones sociales o de nuestro entorno. Esta es una de las claves para ver cumplido un propósito, aunque estar comprometido no garantiza el éxito.
–¿Qué más se requiere?–Aceptar que todo cambio supone acción y eso puede representar un esfuerzo, adaptación a nuevas costumbres, incomodidad...
–¿Algún consejo para el 2010?–Disfrutar del camino hacia los objetivos. Aunque no se alcancen, esos caminos van abriendo otros y así, siempre evolucionamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu visita y dejar tu comentario.