El escritor Gabriel García Márquez escribió en Barcelona El otoño del patriarca, su novela más compleja y la que el propio escritor ha reconocido que fue la que más trabajo le costó, tal y como relata la última biografía del Nobel de Literatura, elaborada por el ensayista inglés Gerald Martin tras 18 años de trabajo y unas 300 entrevistas.
Gabriel García Márquez: Una vida (Debate), que recopila un trabajo ingente en 762 páginas y que llegará a las librerías españolas el 9 de octubre, fue "tolerada" por García Márquez, pero no "autorizada", según el propio autor, y en ella se realiza un análisis pormenorizado de la vida del escritor, trufada de multitud de viajes, anécdotas, y a la fuerza episodios de la historia reciente.
El autor vivió entre 1967 y 1973 en Barcelona, alternando visitas y estancias en otros países, alquiló una casa en el barrio de Sarrià, y en ella se acomodó con su esposa Mercedes y sus dos hijos, en busca de la calma y el destierro desde su Caribe natal que le permitiera abordar con garantías otra novela tras el éxito mundial de sus Cien años de soledad.
El autor de la biografía explica que El otoño del patriarca fue para 'Gabo' la novela más compleja a la que se enfrentó, no tan solo por la riqueza y maestría con la que está escrita, sino también porque la escribió bajo la presión de reafirmar un éxito alcanzando y cuando ya era un personaje famoso. Por todo ello, no duda en señalar que la novela escrita en Barcelona es en realidad el 'eje central' de la obra del escritor que, en su proceso de soledad creativa, llegó a mostrar tintes autobiográficos en sus páginas.
El otoño del patriarca narra la historia de un soldado latinoamericano sin educación, de un país que no se identifica, que escala en el ejército hasta lograr imponer una tiranía durante dos siglos. La obra está construida a partir de los recuerdos del dictador y, más que en los últimos años de vida de Franco, está inspirada en las tiranías de la época en América Latina.
La escritura de una novela tan ambiciosa --en apariencia solo está formada por cien frases--, estuvo alterada también por la sucesión de numerosos eventos históricos, como la consolidación de la revolución cubana, la invasión de la URSS de Checoslovaquia en la 'primavera de Praga', la revolución de mayo de 1968, o el ascenso y muerte de Salvador Allende en la presidencia chilena, todos ellos capítulos que García Márquez vivió con intensidad.
Su estancia en Barcelona, en las postrimerías del franquismo, le sirvió también para relacionarse con los intelectuales de una 'gauche divine' que se reunía en el Bocaccio de la calle Muntaner, entre los que destacó su editora Carmen Balcells, y sobre todo para conocer a numerosos escritores del conocido 'boom' literario latinoamericano que también acudieron a vivir en Barcelona, como Mario Vargas Llosa o José Donoso.
Los buenos momentos, como fueron conocer en París al poeta chileno Pablo Neruda y al autor de 'Rayuela', Julio Cortázar, se alternaron con otros peores, como el paulatino distanciamiento con otros escritores como Juan Marsé --por no condenar abiertamente la revolución cubana-- o el inicio del enfrentamiento con Vargas Llosa, que culminó meses después en el puñetazo más sonado de la historia de la literatura contemporánea.
En marzo de 1975 Plaza & Janés acabó por publicar El otoño del patriarca, en la misma ciudad que fue concebida, y salió a la calle con una primera tirada de 500.000 ejemplares. Fiel a su tradición, García Márquez aguardó un año desde el final de su trabajo hasta la impresión, puesto que ésta es la manera que tiene de madurar si sus libros son realmente publicables.
Gabriel García Márquez: Una vida (Debate), que recopila un trabajo ingente en 762 páginas y que llegará a las librerías españolas el 9 de octubre, fue "tolerada" por García Márquez, pero no "autorizada", según el propio autor, y en ella se realiza un análisis pormenorizado de la vida del escritor, trufada de multitud de viajes, anécdotas, y a la fuerza episodios de la historia reciente.
El autor vivió entre 1967 y 1973 en Barcelona, alternando visitas y estancias en otros países, alquiló una casa en el barrio de Sarrià, y en ella se acomodó con su esposa Mercedes y sus dos hijos, en busca de la calma y el destierro desde su Caribe natal que le permitiera abordar con garantías otra novela tras el éxito mundial de sus Cien años de soledad.
El autor de la biografía explica que El otoño del patriarca fue para 'Gabo' la novela más compleja a la que se enfrentó, no tan solo por la riqueza y maestría con la que está escrita, sino también porque la escribió bajo la presión de reafirmar un éxito alcanzando y cuando ya era un personaje famoso. Por todo ello, no duda en señalar que la novela escrita en Barcelona es en realidad el 'eje central' de la obra del escritor que, en su proceso de soledad creativa, llegó a mostrar tintes autobiográficos en sus páginas.
El otoño del patriarca narra la historia de un soldado latinoamericano sin educación, de un país que no se identifica, que escala en el ejército hasta lograr imponer una tiranía durante dos siglos. La obra está construida a partir de los recuerdos del dictador y, más que en los últimos años de vida de Franco, está inspirada en las tiranías de la época en América Latina.
La escritura de una novela tan ambiciosa --en apariencia solo está formada por cien frases--, estuvo alterada también por la sucesión de numerosos eventos históricos, como la consolidación de la revolución cubana, la invasión de la URSS de Checoslovaquia en la 'primavera de Praga', la revolución de mayo de 1968, o el ascenso y muerte de Salvador Allende en la presidencia chilena, todos ellos capítulos que García Márquez vivió con intensidad.
Su estancia en Barcelona, en las postrimerías del franquismo, le sirvió también para relacionarse con los intelectuales de una 'gauche divine' que se reunía en el Bocaccio de la calle Muntaner, entre los que destacó su editora Carmen Balcells, y sobre todo para conocer a numerosos escritores del conocido 'boom' literario latinoamericano que también acudieron a vivir en Barcelona, como Mario Vargas Llosa o José Donoso.
Los buenos momentos, como fueron conocer en París al poeta chileno Pablo Neruda y al autor de 'Rayuela', Julio Cortázar, se alternaron con otros peores, como el paulatino distanciamiento con otros escritores como Juan Marsé --por no condenar abiertamente la revolución cubana-- o el inicio del enfrentamiento con Vargas Llosa, que culminó meses después en el puñetazo más sonado de la historia de la literatura contemporánea.
En marzo de 1975 Plaza & Janés acabó por publicar El otoño del patriarca, en la misma ciudad que fue concebida, y salió a la calle con una primera tirada de 500.000 ejemplares. Fiel a su tradición, García Márquez aguardó un año desde el final de su trabajo hasta la impresión, puesto que ésta es la manera que tiene de madurar si sus libros son realmente publicables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu visita y dejar tu comentario.